
Rio Tinto se disculpó con las comunidades indígenas por destruir con explosivos unas cuevas sagradas de hace 46.000 años en Australia. El pasado 24 de mayo, la empresa minera empleó explosivos para agrandar una mina de mineral de hierro en la región de Pilbara, en Australia. Como resultado, terminó demoliendo varios refugios indígenas que eran considerados patrimonio cultural.
“Presentamos nuestros respetos al pueblo Puutu Kunti Kurrama y Pinikura (PKKP), y lamentamos la angustia que hemos causado. Nuestra relación con el PKKP es muy importante para Rio Tinto, después de haber trabajado juntos durante muchos años”, dijo la compañía en un comunicado.
La empresa opera en la zona desde 2013. Un año después se hallaron restos arqueológicos que databan de la última glaciación: una herramienta hecha con huesos de canguro de hace 28.000 años y una trenza de cabello, que habría sido utilizada como cinturón hace 4.000 años. El cabello guardaba vínculos genéticos con los ancestros de los nativos que aún viven en la región, los Puutu Kunti Kurrama y Pinikura (PKKP).
Por su parte, los representantes de las tribus aseguran que esta pérdida es un «golpe devastador» para los pueblos originarios. El presidente del comité aborigen de los PKKP, John Ashburton, señaló que intentaron negociar con Rio Tinto para detener la explosión o, al menos, limitar los daños que se provocarían a estas cuevas. “Nuestra gente está profundamente preocupada y entristecida”, dijo, citado por el The Sydney Morning Herald.
La senadora de los Verdes Australianos, Sarah Hanson-Young, ha calificado de «vergonzosa» la acción de la empresa minera. A su juicio, los aborígenes han sido “tratados con evidente desprecio y falta de respeto” tanto por la empresa como por el Gobierno del estado de Australia Occidental.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)