«Quellaveco no usará agua de consumo humano o agrícola»: Diego Ortega, de Anglo American

«Quellaveco no usará agua de consumo humano o agrícola»: Diego Ortega, de Anglo American

Anglo American adquirió la concesión del proyecto Quellaveco en 1992 y, treinta años después, el megayacimiento de cobre en Moquegua iniciará operaciones comerciales, primero progresivamente y, a fines de este 2022, a toda máquina, o al menos al ritmo para la que ha sido diseñada. Será una mina de vanguardia en el Perú por la tecnología implicada y montada en ella, por la cantidad de sensores y digitalización en toda su cadena productiva, por el uso de un centro integrado de operaciones hasta la gestión de camiones mineros autónomos, que ya existen en Australia, Canadá y Chile pero no en nuestro país, pero acaso su mayor logro haya sido la paz en el ámbito social. “Nuestro compromiso no es con algunas comunidades, es con todo Moquegua”, dijo Diego Ortega, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Anglo American Perú, en el último Jueves Minero, organizado por el Instituto de Ingenieros del Perú (IIMP).

En el 2012, luego de más de un año de reuniones, la Mesa de Diálogo de Moquegua alcanzó 26 acuerdos con Moquegua para la gestión del agua, el cuidado del medio ambiente y la responsabilidad social, y un aporte social de S/1,000 millones en diferentes etapas para contribuir al desarrollo sustentable de la región Moquegua. “No usaremos agua de consumo humano ni agrícola”, zanjó Diego Ortega. En efecto, la fuente principal de agua durante la operación de Quellaveco será el río Titire, cuyas aguas están naturalmente mineralizadas con boro y arsénico, lo que las hace no aptas para el consumo humano, la agricultura o la ganadería. Tomarán las aguas del río Titire y la llevaremos mediante una tubería de 88 km de largo hasta el proyecto.

Anglo ha aislado el río Asana de las actividades de construcción y de la futura operación. Para lograrlo construyeron una barrera de 50 metros de altura, un túnel y un canal de 8 km de largo, que evitan cualquier contacto del agua con las actividades mineras y que conservan la cantidad y calidad de este recurso natural.

Además, Anglo American ha construido la presa Vizcachas, ubicada en la zona altoandina de Moquegua. Este es un punto angular en el megaproyecto de cobre pues garantiza el agua para la operación y más aún para la población circundante de Moquegua y hasta del valle de Tambo, en Arequipa. Vizcachas es al mismo tiempo una infraestructura esencial para la mina y una obra social, pues entregará agua limpia en los meses de estiaje. Diego Ortega dijo que actualmente trabajan en la construcción de Quellaveco alrededor de 20,000 personas.

Vizcachas almacenará hasta 60 millones de metros cúbicos, con capacidad de entrega de agua de hasta 28 millones de metros cúbicos por año. De esta cantidad, Quellaveco solo usará para sus operaciones 4 millones de metros cúbicos anuales en promedio, que serán bombeados hasta la mina a 95 km de distancia, y este año ha comenzado su embalse. La mayor cantidad del agua será para las poblaciones. 

La presa Vizcachas se ubica en el distrito de Carumas, provincia de Mariscal Nieto, aproximadamente a 4,500 msnm; su construcción inició en el 2018 y es el componente hidráulico del proyecto que almacenará los excedentes hídricos en la cuenca del río Vizcachas. 

En un momento en el que el cobre está por los cielos pues la transición energética depende en gran medida del metal rojo, muchos inversionistas miran el Perú en general y el desarrollo de Quellaveco en particular. Este proyecto de US$5,300 millones es como un termómetro para la industria minera global pues medirá la temperatura política del país, mientras en el vecino Chile todo se convulsiona por los cambios propuestos en su nueva constitución. Perú tiene una cartera de proyectos mineros de más de US$50,000 millones pero los proyectos tardan mucho en concretarse. Quellaveco es uno de los cinco yacimientos de cobre más grandes del mundo.

Autor: Energiminas (info@prensagrupo.com)