
Mientras el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anuncia que el G7 acordó imponer sanciones económicas «devastadoras» contra Rusia por su intervención militar en Ucrania, el mundo de los hidrocarburos se pregunta si Europa podrá prescindir del gas proveniente de Moscú de inmediato. Rusia suministra más de un tercio del gas que consumen los 27 Estados miembros de la Unión Europea y Ucrania es un país de tránsito para el gas ruso. Ahora Bruselas e incluso Washington buscan fuentes alternativas para Europa.
Alemania y Europa dependen en gran medida de las importaciones de energía procedentes de Rusia. Eso atañe sobre todo a gas, petróleo y hulla. A la vista de las deterioradas relaciones con Rusia, arrecian las advertencias de que el Gobierno ruso podría utilizar la paralización del suministro como arma política a gran escala.
Rusia es el país con la mayor reserva de gas de todo el mundo. Las instalaciones en la península de Yamal, en el norte del país, poseen unos 4,9 billones de metros cúbicos de reservas de gas. Este número duplica el total de las reservas de la Unión Europea, que tiene 1,9 billones.
Expertos del sector dijeron a la Deutsche Welle que no creen que Rusia vaya a paralizar por completo el suministro de gas. Así lo indicó Klaus-Dieter Maubach, director de la empresa energética Uniper, quien señala que, incluso durante la Guerra Fría y tras la anexión de Crimea, Rusia ha mantenido sus compromisos de abastecimiento a largo plazo. La industria alemana es, con un 35%, la principal consumidora de gas en Alemania. Y es la que más está sufriendo el alza de los precios. Pero Putin es impredecible.
Vladimir Putin tiene mucho poder. Principalmente energético. Bernd Weidensteiner, economista senior de Commerzbank en Frankfurt, dijo también a la Deutsche Welle que si Putin cortara el suministro de gas natural durante un conflicto militar o como represalia por futuras sanciones occidentales, «algunos inventarios [europeos] podrían caer extremadamente bajo». «Los precios del gas serán aún más altos durante más tiempo, ya que el mercado ya ha estado muy nervioso durante meses», complementó Katja Yafimava, investigadora del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, en declaraciones a Bloomberg.
El semanario Der Spiegel aseguró que fuentes gubernamentales consideraban que Alemania dispone de gas suficiente para pasar el invierno, incluso si Rusia detiene por completo las entregas en las próximas semanas.
Por lo pronto, las miradas se dirigen al gas natural licuado. El GNL puede llegar por barco desde todo el mundo y ofrece más flexibilidad. Una relativa flexibilidad. Europa sigue necesitando disponer de terminales. La capacidad media de regasificación del continente, incluido el Reino Unido, permitiría, en términos absolutos, compensar buena parte del gas ruso. Pero el consumo de gas es «estacional» en el Viejo Continente. Por ello, en pleno invierno, el uso de las terminales es actualmente muy superior a la media anual.
Adicionalmente, existe el proyecto de Nord Stream 2, que conecta directamente a Rusia con Alemania a través del mar Báltico, sin necesidad de pasar por Ucrania. Aunque el gasoducto ya se encuentra listo para operar, no ha recibido aún el aval regulatorio de Alemania, entre otras razones, por presiones de Estados Unidos.
Vladimir Putin ordenó a las fuerzas rusas entrar en el este de Ucrania y reconoció formalmente dos regiones del país que están en manos de los separatistas rusos. En el futuro inmediato, el encarecimiento energético en Europa está asegurado.
Autor: Energiminas (info@prensagrupo.com)