
El Presidente de la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú, Shuar Velásquez, se manifiesta ante la díficil coyuntura política nacional. A continuación sus palabras:
«Existe un consenso mayoritario de que el ex presidente Pedro Castillo debe ser castigado por las acusaciones de corrupción en su gobierno y por pretender quebrantar la institucionalidad democrática.
Esta posición mayoritaria se debe en gran medida debido al hecho de que, al igual que todos los peruanos, los indígenas también estamos cansados de la larga historia de desfalco a las arcas del Estado por parte de funcionarios corruptos sin color de piel ni bandera ideológica.
La corrupción como sabemos es un mal que afecta en su mayoría a los más humildes, ya que frena la posibilidad de tener mejores condiciones de vida y perturba sobre todo la esperanza de un futuro mejor. Socava la moral y relativiza lo que en algún momento Aristóteles llamó la “vida buena” o el ejercicio pleno de la ciudadanía.
Sin embargo, así como existe una posición cerrada ante los casos de robo estatal existe también una voz unánime respecto al adelanto de las elecciones generales. El congreso actual no goza de legitimidad ya que hace tiempo perdió todo tipo de respaldo. Existe en el país la necesidad de profundos cambios políticos, económicos y sociales y los indígenas no somos ajenos a ello.
En su gobierno, el ex presidente Vizcarra impulsó una serie de reformas políticas. Pero dichas reformas no contemplaron la participación de los pueblos originarios, no solo al nivel congresal sino también al nivel de funcionarios de mediano y de alto nivel en la gestión pública. ¿Es posible contar con una bancada indígena en el Congreso? ¿Deberíamos promover la participación de las minorías en la gestión púbica?
Por otro lado, existe un descontento en relación a la participación económica. Los pueblos indígenas, actualmente, son vistos como simples pordioseros en la economía. Al respecto, no solo se debe, por ejemplo, crear un vice ministerio de desarrollo económico de los pueblos indígenas dentro del aparato del Estado para que coadyuve en las actividades de economía sostenible de las comunidades, sino también impulsar estrategias más agudas con la cooperación internacional para dinamizar el biocomercio, el ecoturismo y las actividades que generen ingresos monetarios.
En la Cámara de Comercio de los Pueblos Indígenas del Perú llevamos varios años impulsando estas ideas en el cual debemos unir mayores esfuerzos. ¿Es posible hacer de los indígenas aliados y socios del desarrollo nacional? ¿Es posible generar riqueza con identidad y buen vivir que en la práctica significa la satisfacción de las necesidades materiales, intelectuales y espirituales en un contexto de conservación productiva de la biodiversidad y los bosques?.
Finalmente, el consenso mayoritario de condena a la corrupción de los pueblos indígenas ante los malos funcionarios debe ser motivo para abrir una nueva etapa donde las comunidades puedan también verse incluidos en un sistema político y económico tradicional que a todas luces ya no da para más. Elecciones generales para entablar un nuevo gobierno y con las reformas políticas necesarias para ponerle candados a la delincuencia, la improvisación y la desidia. Hace falta en el Perú un escenario diferente para la convivencia plena, real e intercultural».
Autor: Periodista (periodista@prensagrupo.com)