Precio del cobalto subió como la espuma en 2018 pero cae a velocidad de crucero en 2019

Si su subida fue en modo cohete, su caída es casi en línea recta. El precio del cobalto en la Bolsa de Metales de Londres toca mínimos al situarse en los futuros a tres meses en US$31,000 la tonelada. Más del 50% del cobalto (subproducto de la extracción de cobre y níquel) se usa en la fabricación de estos depósitos de almacenamiento de energía y gana cada vez más protagonismo entre los fabricantes de autos debido a la revolución eléctrica.

Su caída ha sido muy pronunciada. Comenzó en enero de 2018 cotizando en US$75,000, para alcanzar luego en marzo un pico de US$95,000 la tonelada e iniciar su desplome en mayo, con los rumores de que había suficientes reservas del metal. La tonelada de cobalto comenzó el 2019 con un precio de US$40,500 y hoy, poco más de transcurrido un mes, se posiciona en los US$31,000. 

En la industria automotriz, la tendencia en el uso de tecnologías híbridas y eléctricas se encuentra en claro ascenso. En 2017, sus ventas a nivel global superaron los 3 millones de vehículos, 56% más que en 2016. Tan solo China con un 40% del total, así como la Unión Europea y Estados Unidos que en conjunto representan otro 50%.

“Si quieres ser el rey del mundo en los próximos 10 años, debes de tener cobalto”, aseguró Jean-Luc Kahamba Kukenge, subdirector de la mina congoleña Commus Global, a la revista Fortune, el año pasado.  Ahora su afirmación está en estado larvario dado que la realidad es otra. “El mercado no parece que se quedará corto en suministros de cobalto este 2019”, publica The Financial Times.

La República Democrática del Congo es el epicentro del cobalto; de allí se obtiene casi el 70% del mineral que se utiliza en el planeta, según Cobalt27, una firma canadiense dueña de una de las reservas privadas de cobalto más grandes del globo.

Si bien la demanda de cobalto de la creciente industria de los vehículos eléctricos todavía va rumbo a un rápido aumento en los próximos años, una interrupción en las compras de los fabricantes de baterías indica que el mercado aún no está escaso de suministro.

Los más grandes productores de baterías invierten millones de dólares en expandir la capacidad de los dispositivos para cumplir con las expectativas de los fabricantes de autos, que buscan al mismo tiempo alternativas al cobalto para no ser monodependientes del metal. Toyota, por ejemplo, se ha unido a Panasonic para indagar por formas más eficientes de baterías eléctricas.

Con todo, hay escépticos dentro de la misma industria de autos que creen que su dependencia del cobalto no se debilitará sino todo lo contrario. Ted Miller, jefe del área de almacenamiento de energía de Ford Motor Co., cree que los fabricantes de autos deberían considerar muy seriamente la idea de invertir en minas de cobalto para asegurarse el suministro en los próximos cinco años.

Miller dijo en un congreso en Sudáfrica, según reportan los medios locales, que la industria automotriz se encuentra en “una posición incómoda” por el actual precio del cobalto.

La Agencia Internacional de Energía sostiene que en 2030 el número de vehículos eléctricos en el planeta alcanzará los 125 millones, lo que podría aumentar entre 10 y 25 veces la demanda actual de cobalto. ¿Será posible mantener el ritmo en el suministro? La respuesta es una incógnita.

Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)