
Ayer lunes 31 de enero del 2022 el OEFA ha dispuesto paralizar las actividades operativas de carga o descarga de hidrocarburos u otros productos en los Terminales Multiboyas N° 1, 2 y 3, así como en el Terminal Monoboya T4, existentes en Refinería La Pampilla. Ante la medida impuesta, el organismo aclara que «existe riesgo que se presenten nuevos derrames».
«No pretendemos desabastecer de combustibles a nuestro país, requerimos que la empresa garantice en el más breve plazo posible las condiciones adecuadas para continuar sus operaciones sin generar impactos negativos en el medio ambiente», comunicó la entidad fiscalizadora.
La medida adoptada por el OEFA se realiza frente al riesgo de que existan nuevos derrames que puedan afectar el mar y ecosistemas marinos sin que puedan ser adecuadamente controlados por la empresa.
Según la entidad, el sistema de detección temprana de fugas de hidrocarburos (Sistema HEAD) compuesto por radar, cámaras IR (radiación infrarroja) y sensores, con el que la empresa contaba desde el 2016, no estaría funcionando adecuadamente.
Las acciones de respuesta inmediata contenidas en el plan de contingencia de Repsol, insiste el OEFA, no habrían sido ejecutadas de manera adecuada para detener el desplazamiento del petróleo derramado.
En tanto, los equipos y materiales considerados en el plan de contingencia de la empresa, no habrían sido suficientes para contener y mitigar derrames de petróleo de grandes volúmenes o dimensiones, como el evento ocurrido el 15 de enero de 2022.
Los Terminales Multiboyas 1, 2 y 3 y el Monoboya T-4 son puntos de carga y descarga de hidrocarburos de la Refinería La Pampilla, y ante la evidencia de una falta de respuesta inmediata frente a la ocurrencia de derrames, el OEFA concluye que “existe el riesgo de que los hechos acontecidos el 15 de enero de 2022, puedan ocurrir nuevamente en estos terminales”.
Autor: Energiminas (info@prensagrupo.com)