
Cuando un alto funcionario de la administración de Biden estuvo en Ciudad del Cabo para una conferencia minera el mes pasado, escuchó a varias naciones africanas desesperadas por obtener inversión extranjera para ayudar a extraer minerales críticos como el litio, el manganeso y el cobalto.
Al mismo tiempo, dijo el subsecretario de Estado, José Fernández, las empresas mineras le dijeron que se mostraban reacias a invertir en algunos países clave ricos en recursos debido a los malos estándares de gobernanza y la falta de transparencia.
Una nueva iniciativa del Departamento de Estado llamada Asociación de Seguridad de Minerales, que Fernández anunció este mes —informó la agencia Bloomberg—, tiene como objetivo cerrar esa brecha al canalizar la inversión extranjera en un sector que suministra las materias primas cruciales para las baterías de vehículos eléctricos y los paneles solares que sustentan los esfuerzos de una economía más verde de EE.UU.
La iniciativa, que incluye a Australia, Canadá, Finlandia, Francia, Alemania, Japón, Corea del Sur, Suecia, el Reino Unido y la Comisión Europea, también trata de asegurar una cadena de suministro de recursos que es crucial para la fabricación avanzada. Pero sigue dominado casi totalmente por China, que controla la mayor parte del mercado de procesamiento y refinación de minerales como el cobalto, el litio y otras tierras raras.
«Existe esta necesidad, existe este entusiasmo por parte de los países y puedes ir hacia abajo en la lista: la República Democrática del Congo es obviamente uno, pero ya sabes, Zambia, Ghana, lo que sea», dijo Fernández en una entrevista. «El éxito de nuestra iniciativa será: ¿Podemos lograr que nuestras empresas y nuestros socios se involucren en proyectos que tengan sentido desde un punto de vista económico pero que también mejoren los medios de vida y no promuevan la maldición de los recursos?»
Estados Unidos ya está compartiendo información con países que buscan financiamiento extranjero para proyectos mineros y gobiernos aliados, compañías mineras extranjeras e instituciones financieras que pueden ayudar a poner en marcha proyectos, dijo Fernández.
El esfuerzo del Departamento de Estado es parte de una iniciativa más amplia y a largo plazo de la administración Biden para alejar a los EE. UU. y sus aliados de China y otros países que considera que están haciendo un mal uso de su dominio del mercado o su influencia geopolítica.
Fernández dijo que la crisis alimentaria mundial y el caos en la cadena de suministro provocado por la invasión rusa de Ucrania es un recordatorio de que las naciones deben asegurarse de que las áreas clave, desde minerales y baterías hasta vacunas, no sean vulnerables a los impactos geopolíticos.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)