
Así como se habla de recuperar el principio de autoridad en muchos lugares, también es importante recuperar la confianza, refiere la máxima autoridad de la petrolera estatal. Esta entrevista, realizada a finales de setiembre, aparece en la edición 82 de la revista Energiminas.
Un momento muy difícil atraviesa la industria del petróleo en el Perú, más precisamente en la selva norte del país, en donde la intermitencia operativa es la norma y no la excepción. Reclamos sociales, ausencia del Estado, amenazas, atentados. Este es el contexto en donde se desenvuelve Petroperú, la empresa estatal que actualmente avanza con las obras de la nueva refinería de Talara, que producirá más crudo con menos partículas de azufre, e intenta, como refiere Eduardo Guevara Dodds, su presidente, alcanzar un “punto de equilibrio” para mejorar sus costos. Pero para ello debe haber “tranquilidad social” en la zona, y este requisito es cada vez más etéreo. Las empresas del sector hidrocarburos que operan en el territorio nacional pagaron al Estado peruano por concepto de regalías la suma de US$237 millones entre enero a julio del 2020, cifra que representó un descenso de 48% respecto a similar periodo del 2019 cuando se reportaron US$458 millones. Menores regalías implican menos oportunidades de desarrollo para las localidades productoras de petróleo. Las empresas que trabajan en la industria hidrocarburífera pagaron US$39 millones por concepto de regalías correspondiente a julio, lo que significó una caída de 36.6% con relación a similar mes del 2019 (US$62 millones). No obstante, las regalías de julio fueron superiores en 37.4% a las regalías que se abonaron en junio último: US$29 millones. Hasta antes de esta entrevista, pobladores anunciaron que tomarían la Estación Nº5 y por tal razón la alta dirección de la petrolera pública decidió evacuar de los edificios a su personal. «Las comunidades han pedido el cierre de brechas sociales pero para ayer», indica en esta entrevista Guevara Dodds, ex viceministro de Hidrocarburos. Parece que la ansiada tranquilidad social en la selva norte del Perú es tan escurridiza como el agua.
El ducto, hasta febrero, transportaba hasta 40 mil barriles diarios. Hasta agosto, la producción petrolera proveniente de la selva peruana era de 0 barriles. ¿Sigue siendo esta la cifra?
Todavía sigue siendo cero, porque inclusive tengo la Estación 1 parada y PetroTal que era la única empresa que estuvo trabajando en época de pandemia también está detenida por los hechos lamentables que todos conocemos. Seguimos con una operación nula en el caso del Oleoducto, esperando que se reinicien las operaciones de los distintos lotes, y nosotros también tener la tranquilidad para continuar nuestras operaciones porque tenemos un problema en la Estación 1.

¿Cuánto está perdiendo Petroperú diariamente?
Vayamos al mes, creo que más o menos estamos perdiendo US$5 millones por no transportar ninguna gota de crudo y tener que gente que hace mantenimiento y a veces tenemos que sacar a la gente.
Tengo entendido de que son muchos mayores de 60 años…
Sí, ese es un asunto… A ver, la pandemia nos ha hecho que de una manera creo que injusta tengamos que ver a todos aquellos que tienen más de 60 años casi como un lastre y eso ha sido por la enfermedad, pero no debemos olvidar que muchos de estos trabajadores son sumamente importantes para nosotros porque, en el caso del Oleoducto Norperuano sobre todo, y también en otras operaciones, son las personas con mucha mayor experiencia. Los necesitamos al igual que necesitamos personas de otras generaciones que estén preparadas para asumir otros roles. En nuestro caso, en particular, nos ha afectado porque las restricciones que nos exigía el estado de emergencia, hemos tenido que privilegiar la salud de los trabajadores protegerlos, y más adelante, con otros niveles de exigencia y requisitos, se ha ido incorporando alguno de estos trabajadores , pero sí, en efecto, este es un asunto importante y Petroperú trabaja en el recambio cuando es necesario. Poco a poco se han ido incorporando los trabajadores.
¿Cuántos empleados de Petroperú están activos actualmente?
Hablamos de la mitad por el tema de la pandemia porque hemos tenido que acondicionar espacios, reducir y acomodar el personal en función del espacio, y más allá del asunto del personal de más de 60 años. Estos, de acuerdo, no puede entrar pero entonces debemos traer a otros.
Eso quiere decir que la estructura de costos en Petroperú ha aumentado por la pandemia, algo exógeno que nadie pudo anticipar.
Creo que más allá de enfocarnos en el costo, debemos analizar lo que ha implicado. Tenemos, por un lado, nuestro gran… nuestro flujo de ingresos viene por nuestras ventas, y lamentablemente, cuando se inició la pandemia, y los primeros tres meses, las ventas estuvieron muy por debajo de lo que buscábamos. Si antes vendíamos 100, en algún momento habremos vendido 30 y eso nos ha golpeado muchísimo. No solo se redujeron las ventas sino que al mismo tiempo aumentaban nuestros costos de almacenamiento. Por poner un ejemplo, teníamos los tanques llenos, no se movían a la velocidad anterior a la pandemia. Todo eso ha implicado que los costos de almacenamiento y el costo de las rotaciones de los inventarios no hayan sido los esperados, producción muy cara, combustible muy caro que importamos, y por otro lado también teníamos gran parte del personal en trabajo remoto o en descanso compensatorio. Nos hemos mantenido pagando a nuestro personal, no nos hemos acogido a la suspensión perfecta, no se han reducido remuneraciones como puede haber pasado en otras empresas. Entonces todo eso nos ha afectado mucho, hay proyectos que tenido que reducirlos para adaptarlos a la nueva realidad dado que han mermado nuestros ingresos. Muchos de los proyectos que teníamos en mente ejecutar este año los hemos tenido que paralizar, ha habido reducciones importantes tanto en Opex como en Capex, que revisamos constantemente; muchos proyectos se han postergado para el 2021 y puede que gran parte de ellos se retomen en 2022.
¿Siguen negociando tarifas con las empresas petroleras a pesar de que no hay producción?
Mira, ese es un asunto que analizamos en el caso del Oleoducto Norperuano, cuyo gran problema es que al no tener el flujo necesario, se hace muy difícil que podamos proponer fórmulas que permitan incentivar que haya más producción; sin duda el costo de transporte es clave para los productores pero tenemos un serio problema: paralizaciones por un lado y al mismo tiempo debo modernizar mi ducto, pero estando a pérdida. Se hace pues muy difícil continuar con este trabajo de modernización si es que no tenemos el flujo necesario. Hay que analizar muchos aspectos, trabajamos en ciertas eficiencias: por ejemplo, trabajamos en un banco de crudos que nos permitirá, en lugar de transportar el crudo de cada lote, o de cada productor por separada, poder mezclarlos para crear una combinación de petróleo con una calidad determinada y transportar de manera conjunta. La idea es almacenar en un mismo lugar el crudo de distintos productores y ya no por separado, como se hace hoy, lo que genera varios costos operativos. Esto nos puede ayudar para ser más eficientes en el transporte pero aquí la clave es lograr que haya estabilidad en la selva. Lo que viene pasando durante este año, todo está relacionado con temas sociales vinculados a la pandemia. las poblaciones reclaman a los distintos niveles de gobierno servicios básicos: salud, agua, electricidad, comunicación, educación. Son servicios básicos que se tienen proyectados cubrir con el famoso plan de cierre de brechas sociales, pero ese plan necesitará recursos que puede generar la actividad petrolera. Yo, como Petroperú, necesito que haya continuidad en las operaciones para poder llegar a mi punto de equilibrio y lograr que el Oleoducto Norperuano se financie solo y poner mejores tarifas de transporte para trasladar más crudo, pero con una inestabilidad social se hace muy complicado. Debemos utilizar de forma responsable y eficiente los recursos que genera la actividad en la región Loreto, regalías que se generan constantemente, cantidad de dinero que se deja de obtener por la inestabilidad social. Debemos buscar la forma de darle continuidad a los lotes en la selva, el Lote 192, el Lote 8, el Lote 95, el de Perenco, para alcanzar la cifra de los 50,000 barriles diarios. Esa debería ser la meta de todos los actores involucrados: empresas, Ministerio de Energía y Minas, gobiernos nacional y regional, Perupetro, y asegurar que todas las operaciones sean ambientalmente responsables. Necesitamos que el canon petrolero se traduzca en beneficio para las comunidades. Si ven que se construyen servicios de saneamiento, electricidad, salud, con el canon, y obviamente participan en las obras, significa que habrá claridad en que la presencia de las empresas, que pagan sus impuestos y generan trabajo formal, es positiva.
¿Cuándo culminará ahora el contrato de Frontera en el Lote 192?
Si no me equivoco, en marzo de este año se extendió el contrato por un período de seis meses adicionales. Pero Frontera tuvo que paralizar sus operaciones por fuerza mayor, y esa paralización continúa hasta la fecha, por tanto hay que sumar a septiembre los meses de paralización que hasta ahora, tengo entendido, continúa. Este es el primer aspecto que debe concluir con respecto al Lote 192. Por otro lado, necesitamos que el Ministerio de Energía y Minas y Perupetro reinicien el proceso de consulta previa (lamentablemente, otra vez, por la pandemia, el proceso se interrumpió), y ahora se esperan mejores condiciones para poder reiniciar el diálogo. Pero creo que en el plazo de contrato que le queda a Frontera se puede concluir el proceso de consulta previa, y con esto Petroperú podrá suscribir el nuevo contrato para el Lote 192. El otro asunto pendiente es la definición del socio, trabajo actualmente en proceso.
¿La estructura será parecida a la que tenían con GeoPark, 25%-75%?
Estamos aún por definir la proporción accionarial y es parte del proceso; esperamos conocer más a fondo lo que nos puedan plantear las distintas empresas. Por supuesto hay otras variables, una de ellas es el porcentaje de participación con el que pueda quedarse Petroperú al final.
Hasta julio había 13 empresas interesadas en asociarse con Petroperú. ¿Cómo está en la actualidad este asunto?
Por ahora este es un proceso en curso, hay cierta información que aún debemos mantener en reserva, pero, sí, había trece empresas que estuvieron en contacto con nosotros, y de estas hay varias que han presentado propuestas. Creo que algo interesante para nosotros es poder corroborar que hay una buena respuesta. Esto nos da a entender que hay interés en el Lote 192 a pesar de los retos que implica. Hemos recibido propuestas y ahora trabajamos con un banco de inversión que nos asesora (Bank of America Merrill Lynch), el mismo que nos asesoró en el Lote 64. Espero que en un mes o dos meses podamos cerrar este proceso.
Pasadas semanas del anuncio de la partida de GeoPark del lote 64, ¿qué falló en esa sociedad?
En la sociedad no ha fallado nada, eso sí me queda claro. Este es un asunto propio de GeoPark, que tomó una decisión. El contrato establecía que bajo ciertas condiciones, alguna de las partes, o ambas, podría abandonar el contrato y entregárselo a Perupetro. Y en este caso se presentó una situación de fuerza mayor que se extendió por más de seis meses, que era el período que fijó el contrato, y GeoPark tomó la decisión de dejar el Lote 64. Nosotros como Petroperú también teníamos la opción de devolver el contrato a Perupetro, pero en nuestro caso vemos que esta es una oportunidad muy importante para volver a upstream, hablamos de un lote que tiene un descubrimiento, donde se ha hecho una inversión muy importante por las empresas que nos han antecedido sobre todo en la etapa más riesgosa para poder identificar el yacimiento. Para nosotros este lote es clave para el futuro del Oleoducto Norperuano y para nuestro regreso a la producción.
¿Negocian actualmente con alguna empresa una futura nueva sociedad para el Lote 64?
Pues ese asunto aún no lo hemos iniciado, estamos aún siguiendo los procesos de acuerdo al contrato con GeoPark para formalizar su salida, también lo tenemos que hacer con Perupetro, y luego ya iniciaremos un nuevo proceso para la búsqueda del socio. También será muy importante para nosotros el resultado de nuestro proceso en el Lote 192. Los lotes 192 y 64 pueden producir sinergias muy importantes. Más allá de lamentar la salida de GeoPark, ante una situación como esta, debemos evaluar qué otras oportunidades se pueden presentar; vemos que las empresas muestran un verdadero interés por el Lote 192, y esperamos que lo hagan también por el Lote 64.
Con respecto a Talara, hablemos del dinero. ¿Ya han podido cerrar el financiamiento? Tengo entendido que faltaban unos US$700 millones.
En el caso del financiamiento, faltan aproximadamente unos US$1,000 millones, de los cuales ya tenemos US$285 millones que estamos trabajando el financiamiento con el Gobierno español, aprobado por este y ahora estamos en el proceso, llamémosle así, de implementación del financiamiento. Y ahora nos falta un tramo de poco más de US$700 millones y actualmente evaluamos la forma de poder cerrarlo y esperamos poder definirlo pronto.

¿Han descartado la alternativa de recurrir al tesoro público, como en su momento lo propuso quien antes ocupó su lugar, el señor Paredes?
Sí, para este financiamiento no vamos a recurrir al tesoro público. Eso lo puedo asegurar. Como le digo, estudiamos opciones de financiamiento pero no estamos recurriendo al tesoro.
¿Quiere decir que saldrán al mercado con bonos?
Bueno, podemos seguir también evaluando opciones con bancos también. Como le digo, seguimos analizando las alternativas.
¿El proyecto se retrasa entonces hasta finales de 2021?
Es correcto, el tema del retraso, bueno, más que un retraso es una revisión del cronograma como consecuencia del estado de emergencia porque nuestro cronograma establecía que hacia el segundo trimestre, entre mayo y junio, debería estar iniciando operaciones la nueva refinería de Talara, y eso de acuerdo al avance que teníamos hasta el 15 de marzo, con 9,000 personas trabajando en las obras, pero a partir del 16 de marzo pasamos a contar solo con 250 personas que netamente solo se dedicaban a trabajos de mantenimiento, supervisión y algunas labores que no podían detenerse por seguridad. Recién a mediados de junio reiniciamos los trabajos en la refinería pero no con los anteriores 9,000 trabajadores, sino que de 250 pasamos a 400 y así cada semana estamos aumentando el número de trabajadores. Ahora estamos arriba de 6,000, pero este proceso lento es por los protocolos que debemos seguir para proteger a todos los que actualmente están trabajando en la refinería. Cada grupo nuevo que se incorpora pasa obligatoriamente por pruebas covid-19 para poder identificar a los posibles contagiados y tomar las medidas necesarias. Sumado a todo ello, la nueva dinámica, la nueva normalidad para poder trabajar en la obra ha generado algunos retrasos en la eficiencia del avance, y todos estos inconvenientes tienen un impacto cuantificable en el cronograma. Si antes anticipamos que entre mayo y junio las unidades de producción comenzarían a funcionar, ahora ocurrirá hacia fines de noviembre del próximo año. Como la refinería tiene muchos componentes, tenemos la compleja parte de procesos, pero también las unidades auxiliares, estas las estaremos terminando antes. Algunas de las unidades auxiliares comenzarán a funcionar antes de las unidades de producción. Es probable que a partir del primer trimestre de 2021. Probablemente inicien primero la planta de tratamiento de aguas, la de extracción de agua de mar, puede que luego, durante el segundo trimestre, se encienda la planta de hidrógeno y posteriormente la de ácido sulfúrico y así.

Usted fue viceministro de Hidrocarburos, y así como ahora se intentan cerrar las brechas sociales, hubo un tiempo en que se fomentó el cierre de las brechas ambientales. ¿No cree que esto es tan importante como las sociales? ¿Cómo se puede alcanzar la estabilidad social en zonas con pasivos ambientales aún?
Mira, ese tema que tocas es fundamental y lo puedo decir porque lo he visto desde muy cerca. Y así como hablábamos del canon, que es clave para que la población tenga confianza en las operaciones petroleras, también es esencial recuperar la confianza de la población sabiendo que aquello que se pudo haber realizado en años anteriores, estos impactos que han habido en poblaciones antiguas, puedan ser remediados, y ese es un trabajo fundamental. Si alguien, con sus operaciones, generó algún impacto, eso tiene que ser remediado por esa empresa. Ahora bien, hay varias zonas en donde se ha podido identificar daños ambientales pero no a la empresa responsable. En esos casos, el Estado asume el gasto de la remediación ambiental. Hay decenas de pasivos ambientales en Piura donde hay mucho trabajo por hacer; probablemente se trata de pozos mal cerrados o que no fueron cerrados oportunamente. Y otras realidad es la selva, con lugares en donde se discute a quién le corresponde, pero también tienen que ser remediados, y el país cuenta con un fondo de contingencia estatal. Pero acá el gran tema es el proceso para poder iniciar los trabajos de remediación y a veces se necesitan muchos más recursos. Creo que hay que mirar de qué manera podemos encontrar más recursos para ejecutar los trabajos de remediación. Así como se habla de recuperar el principio de autoridad en muchos lugares, también es importante recuperar la confianza. Si por un lado las obras que necesitan las comunidades, y por el otro no se remedian las zonas impactadas, entonces habrá cierto descontento para poder aceptar nuevas operaciones u operaciones vigentes.
Es muy probable que en algún tramo del año, el dinero en regalías para Loreto haya sido cero. Ahora bien, si a nadie le interesa que no haya regalías en la selva, pues se me ocurre crear un fondo al que se destinen las regalías durante un año y el dinero solo sería utilizado para rehabilitar zonas impactadas. Si en seis meses nadie se ha preocupado por que haya regalías en la selva, si a ha nadie le interesa, entonces démosle un destino distinto, si el tesoro no está preocupado por las regalías, entonces no te va a importar no recibirlas durante doce meses. Entonces durante ese tiempo podría ir al cierre de brechas y remediación, y por supuesto, sin dejar de lado la búsqueda de los responsables para que pongan lo suyo. Creo que tenemos que comenzar a pensar de manera distinta con respecto al abandono y las remediaciones, porque si no encontramos una solución al asunto de las remediaciones, y volvemos a reiniciar actividades en la selva, sin haberlo solucionado o al menos encaminado la solución, definitivamente las comunidades no confiarán en nosotros, ni en las empresas ni en el Estado.
Y con un WTI y el Brent cotizando a US$40 y poco más, se hace todo cuesta arriba, ¿verdad?
Sin duda, pero si hay confianza, si nos dan la tranquilidad para llegar a nuestro punto de equilibrio, podemos buscar mejores tarifas para el servicio del Oleoducto Norperuano. Le dije que estamos trabajando en la idea de un banco de crudo para mejorar nuestros costos, en fin, haremos varias cosas, pero necesitamos recuperar la tranquilidad para las operaciones y, obviamente, siempre y cuando Petroperú como el resto de empresas lo haga de manera responsable, y que quienes utilicen el canon para obras, también lo hagan de manera responsable. Las comunidades han pedido el cierre de brechas sociales pero para ayer.

Diversos estudios proyectan que el petróleo tendrá una vigencia de 50 años como mucho. Esa es la ventana de oportunidad. Pasado ese tiempo, el petróleo en el subsuelo en Brasil, en Arabia Saudita o en Perú posiblemente valdrá cero. ¿Estamos aprovechando esta ventana de oportunidad de poner el recurso en valor antes de que a nadie le interese?
Esta pregunta es muy importante. ¿Cuándo? Todo el mundo da su opinión, vemos los pronósticos de varias empresas, que anticipan que en un par de décadas el 50% de sus carteras de inversión serán renovables o ingresarán a otros negocios. Ahora, con respecto al caso peruano, tenemos varios yacimientos por explotar, y es allí donde tenemos que enfocarnos y luego veamos también si podemos mejorar el procedimiento de exploración debido a sus tiempos. El trabajo de exploración se puede hacer en dos o tres años, aunque si le agregamos los trámites, entonces hablamos de diez años. Con todo, en aquellos lugares en donde hay descubrimientos, el Lote 64, los de Perenco, el Lote 95, otros en Ucayali, Huánuco, el gas natural, tenemos que aprovecharlos porque todavía se utilizarán hidrocarburos. Tenemos la refinería, que es una ventaja. Si podemos alimentar la refinería con producción local, mucho mejor. Pero por otro lado hay que notar que el gas natural nos puede servir para la transición energética. Nosotros inclusive miraremos si hay una oportunidad para Petroperú de entrar al negocio del gas natural, y lo otro que analizamos, y que forma parte de nuestro plan estratégico a nivel de directorio, que se aprobó el año pasado, es estudiar el asunto de renovables, solar, eólica, y evaluamos la forma de hacerlo dentro de nuestras propias operaciones. Estamos en todo el Perú. Exploramos inclusive aprovechar alguno de nuestros activos, acompañados con un socio, y desarrollar una de estas energías sustentables. Lo miraremos en Bayóvar, en Talara. Esto lo hemos comenzado a estudiar con seriedad.
Muchos olvidan que Petroperú es un importante contratista minero.
Proveemos directamente o a través de mayoristas nuestros a la gran minería en el país. Somos directa o indirectamente los grandes proveedores de la minería en el Perú.
Autor: Energiminas (info@prensagrupo.com)