
Niko Herlin, un consultor futurista y de gestión finlandés, ayuda a las personas y empresas a asegurar oportunidades futuras. El experto dictará taller para anticiparse a las tendencias en minería 19 marzo 2020 en el cual enseñará métodos y herramientas para crear el destino deseado. En el evento organizado por Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) participarán las empresas finlandesas Flowrox, Merus Power, Robit, Sunit y Sulzer Pumps Finland, las que anticiparán los retos que enfrenta el sector minero al año 2030.
En las próximas décadas hay cambios en el horizonte que darán forma a nuestro entorno a un ritmo sin precedentes. En la industria, como la minería, el cambio es impulsado por la automatización y la robotización. Es probable que las tareas que serán reemplazadas por las máquinas sean, en su mayor parte, tareas de rutina.
“La situación no es realmente nueva, después de todo, la forma en que trabajamos ha cambiado rápidamente. No es necesario viajar en el tiempo, solo unas décadas atrás, cuando la tecnología de la información revolucionó el trabajo”, recuerda Niko Herlin. A juicio del consultor finlandés, la automatización y la robótica son una oportunidad única para pensar cuales son as fortalezas de las personas, como podemos contribuir y en que deberíamos enfocarnos nuestro tiempo: “En mi visión sobre el futuro, máquina y hombre trabajan juntos. Es una combinación inmejorable”.
Cuando se le pregunta a Niko Herlin, cómo una empresa debería enfocarse para estar lista para el cambio, este habla sobre la “transformacionalidad” de las empresas. Hay tres principios que se debe tomar en cuenta cuando se trata del estado futuro de las empresas. En primer lugar, existen muchos futuros, no solo uno, por lo cual realmente deberíamos hablar sobre los futuros. Nadie puede predecir lo que vendrá, ni siquiera un futurista. Con tantas oportunidades, debemos centrarnos en dónde queremos vernos a nosotros mismos o a nuestra empresa en el futuro.
Segundo, el futuro no está predeterminado. No existe un destino predeterminado. Podemos influir en la formación de nuestro futuro. “Piensa en un velero navegando en el mar. No puede influir en qué dirección sopla el viento. Sin embargo, con sus velas puede determinar la dirección”, describe Niko.
Tercero, la previsión no es una corrida de 100 metros lisos, sino que un camino que requiere resistencia, flexibilidad y renovación constantes. Las empresas necesitan crear un modelo de estrategia flexible y renovarlo continuamente de acuerdo con los requisitos medioambientales. Las estrategias anuales ya no son suficientes.
“Tienes que atreverte a soñar, para ver las alternativas”, dice Herlin. “Soñar e imaginar también son parte del trabajo del equipo directivo. Compartir un sueño dentro del equipo directivo es la visión de la empresa. El trabajo estratégico en las empresas es un tipo constante que debe actualizarse de manera flexible”.
El futuro se hace, no es algo que sucede solo y cada uno de nosotros puede influir en lo que viene. Reitera el ejemplo de la navegación: “No podemos influir en la fuerza y la dirección del viento, pero podemos influir en cómo navegamos en diferentes condiciones”. El cambio es desafiante, pero permanecer o quedarse quito es fatal. “Tanto las empresas como los empleados necesitan hacer pequeños cambios en su rutina todos los días. De esta forma, renovándonos paso a paso, nos estamos preparando para enfrentar los desafíos del futuro”, resume.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)