Minería peruana se propone dar un salto de calidad con la creación de un clúster en el sur

Minería peruana se propone dar un salto de calidad con la creación de un clúster en el sur

Con la presencia del presidente de la República, Martín Vizcarra, y el ministro de Energía y Minas, Francisco Ísmodes Mezzano, el Gobierno Regional de Arequipa y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) suscribieron un convenio de cooperación para constituir el primer clúster minero del sur del Perú. El titular del MEM resaltó que Arequipa y el sur del país “presentan las condiciones adecuadas” para la implementación de esta iniciativa de desarrollo del sector minero.

En la última década, el sur del país ha captado importantes inversiones mineras, como la Ampliación Cerro Verde (Arequipa) y Las Bambas (Apurímac), cuya inversión conjunta supera los US$ 15,000 millones. Actualmente el sur del país acumula en cartera 24 proyectos que, de concretarse, sumarían en los próximos años inversiones por US$ 29,426 millones en las regiones Ica, Arequipa, Moquegua, Huancavelica, Apurímac, Cusco, Puno y Tacna.

No obstante, precisó que para alcanzar resultados que generen un verdadero impacto positivo en la economía regional, se debe tener un horizonte de trabajo de al menos 20 años. En ese sentido invocó al sector privado a ser el impulsor de esta iniciativa económica para conseguir los reales beneficios de un clúster maduro. Al mismo tiempo, indicó que el sector público debe acompañar y apoyar este proceso.

“Se requiere de una coordinación de esfuerzos articulados que permita construir una visión única de desarrollo innovador alrededor de las empresas mineras y los proveedores de bienes y servicios para generar un ecosistema sostenible en el tiempo y que le permita al sector competir con industrias de otros países con ventajas competitivas”, señaló Ísmodes Mezzano.

Luis Marchese, gerente general de Anglo American para Perú, sostuvo a través de las redes sociales que en la macroregión sur se producen 1.6 millones de toneladas de cobre y 3.6 millones de toneladas en la región norte de Chile. Ambas cantidades, sumadas, representan el 25% de la producción mundial del metal rojo y US$33,000 millones en ventas. “¡Algo se debe hacer para articular!”, exclamó.

Los más optimistas sostienen que la creación de un clúster minero en el Perú es cuestión de tiempo, al menos en el sur del país, zona que, siempre según los integrantes del bando optimista, los gremios, los gobiernos regionales y los think-tanks, presente las mejores condiciones para un desarrollo natural del encadenamiento productivo de la actividad. Los que se sitúan en el bando contrario —muchos representantes de la academia y hasta del sector corporativo, que no han querido ser citados— afirman que es por ahora imposible que existe un clúster minero en el país dado que las mineras, a diferencia de en otros países como Australia, Canadá e incluso en México, se han divorciado de las universidades peruanas. Cuando buscan una solución tecnológica, indican, voltean la cara hacia los países desarrollados.

Para determinar qué es un clúster, acaso debamos por comenzar definiendo qué no lo es. Los clústeres no son aglomeraciones. Cincuenta o cien empresas cercanas unas de otras no garantizan que allí haya un clúster.

No existe un clúster de cualquier actividad industrial si no confluyen ciertos aspectos comunes: cercanía geográfica, encadenamientos productivos naturales y no forzados, cooperación, entendida esta como la creación de centros de investigación conjuntos, y siempre enfocados en alcanzar el obejtivo de la innovación. Si faltara una de estas características, entonces no podemos afirmar que exista un clúster. Un clúster es Silicon Valley.

Michael Porter, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, piensa que los clústeres son la nueva y mejor forma de competir en un mundo cada vez más conectado. “Mucha de la sabiduría convencional sobre cómo las naciones y compañías compiten necesita ser revisado”, escribió en un artículo para Harvard Business Review. “Hoy el mapa económico del mundo es dominado por lo que llamo clústeres: masas críticas —en un lugar— de éxito competitivo infrecuente en ciertos campos”, redactó líneas luego.

El académico Porter, inventor de lo que llama el valor social de una empresa, sostiene que los clústeres representan una forma novedosa de pensar en la localización, cómo las universidades pueden contribuir con aumentar las ventajas competitivas de una industria o nación, y cómo desde los gobiernos se puede promover la prosperidad. Los clústeres proveen de entrenamiento especializado, educación, información, investigación y soporte técnico para todas las industrias. Los clústeres promueven tanto la competencia como la cooperación, que indicen en la productividad, que inciden a su vez en la eficiencia de los procesos, que lleva a la innovación, que fortalece finalmente a la misma industria y en simultáneo crea otras.

Un estudio no muy antiguo del Consejo de Competitividad y el Ministerio de la Producción determinó que en el Perú  existen 41 cadenas productivas. En el documento “Elaboración de un mapeo de clusters en el Perú”, desarrollado por Consorcio Cluster Development, Metis Gaia y Javier D’Avila Quevedo, se asevera que estas cadenas de valor necesitan solo de una “articulación” para convertirse en clústeres. Existe potencial para un clúster hortofrutícola, logístico, de turismo, minero y “auxiliar minero”, y si bien el desarrollo de todos los 41 podría comenzarse más pronto que tarde, son 16 lo identificados por el estudio como las cadenas de valor con más posibilidades de éxito.

Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)