Por Mauricio Winkelried, gerente del programa Minería de Solidaridad en Perú y Bolivia
En Solidaridad creemos que la minería artesanal y de pequeña escala tiene en Latinoamérica un alto potencial para reducir la pobreza, mejorar la competitividad del sector y elevar los índices de desarrollo en sus zonas de influencia. En el caso de Bolivia, vemos que la minería cooperativista cuenta con dicho potencial para generar tales cambios socioeconómicos y ambientales a nivel nacional y regional. De acuerdo con el Ministerio de Energía y Metalurgia, entre los años 2015 y 2017 el 27% del total de la producción de minerales en Bolivia provino del sector cooperativista, mientras que en el aspecto social, la minería cooperativista empleó al 84% del total de trabajadores del sector minero. Con tal magnitud, sabemos que el sector cooperativista tiene el potencial de funcionar como una catapulta masiva de desarrollo, pero sabemos que dicho potencial podría ser liberado únicamente si las prácticas del sector y las políticas públicas que lo rigen se alinean para mejorar las condiciones de vida de las personas que realizan dicha actividad económica así como las de sus respectivas familias.
Al día de hoy, existen muchas oportunidades para movilizar el sector cooperativista en esta dirección. Tales oportunidades se manifiestan en mejorar las condiciones laborales de los trabajadores mineros, promover la equidad de género en las minas y comunidades aledañas, facilitar la recaudación de impuestos destinados a la inversión social, y cumplir con el Convenio de Minamata para la eliminación y/o reducción del mercurio en la minería cooperativista. Nuestro proyecto en Bolivia llamado “Qori Suma” -el cual es respaldado por el Gobierno de los Países Bajos- busca generar políticas públicas favorables para el sector aurífero y crear espacios de diálogo orientados a la formulación propositiva de reformas a nivel ambiental, social y laboral, con especial enfoque en la visibilización del trabajo de las mujeres mineras.

Mauricio Winkelried, gerente del programa Minería de Solidaridad en Perú y Bolivia.
Como una iniciativa estratégica para facilitar el diálogo entre múltiples actores de la minería cooperativista en Bolivia, fue que en Septiembre del 2017 Solidaridad organizó el Simposio del Oro junto con otras organizaciones de la sociedad civil y con el respaldo de las federaciones FERRECO y FECOMAN. Dicho evento fue uno de los primeros en esta década en lograr reunir a diversos grupos de interés de la minería aurífera boliviana de pequeña escala para presentar iniciativas locales e internacionales hacia una minería más responsable y discutir propositivamente ideas clave para el diseño de nuevas políticas públicas. Se contó con más de 200 asistentes y 10 ponentes a nivel nacional e internacional. También se desarrollaron 4 mesas de trabajo donde se analizaron temáticas específicas de la minería aurífera boliviana y se recomendaron políticas públicas considerando las perspectivas y prioridades de diversos grupos de la sociedad civil.
La grata experiencia de colaboración interinstitucional para organizar el simposio en Bolivia nos inspiró a relanzar la Plataforma Integral de Minería a Pequeña Escala -PIM- (ver www.plataformaintegraldemineria.org) a nivel de América Latina. Dicha plataforma busca reunir las iniciativas y conocimientos empleados en la producción de oro responsable desde la pequeña minería y generar información de forma colaborativa con diversos actores de la cadena. Este “hub” digital busca congregar la información más relevante de la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) en nuestra región, difundir las mejores prácticas en productores mineros y ayudar a la creación de políticas públicas hacia una minería más responsable. Es mediante esta plataforma, por ejemplo, que un decisor político en Bolivia puede estar al tanto de las novedades del proceso de formalización en Perú, o que un pequeño productor en Honduras pueda entender las implicancias de uso de distintas tecnologías de procesamiento de mineral empleadas en la región. Hasta antes del PIM, tales procesos de “polinización” de ideas e información eran más engorrosos e ineficientes. En ese sentido, tenemos la ambición de que el PIM sea el repositorio principal de la MAPE en Latinoamérica.
Otro de los resultados más trascendentes del Simposio del Oro en 2017 fue la creación del Grupo Interinstitucional de Trabajo para el Oro Responsable (GIT-OR) en Bolivia. Tras dicho evento, Solidaridad y otras organizaciones de la sociedad civil vieron la necesidad de seguir articulando de manera continua a diversos actores vinculados al sector minero para la promoción, investigación, aplicación y réplica de conocimientos y prácticas que permitan el desarrollo de una minería aurífera con alta responsabilidad técnica, ambiental y social. Desde su fundación, el GIT-OR ha realizado tres encuentros con la participación de instituciones de Gobierno como el Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, y el Ministerio de Minería y Metalurgia, federaciones mineras como FECOMAN, FERRECO y FEDECOMIN, así como diversas instituciones no gubernamentales, académicas y público en general. Al día de hoy, el GIT-OR cuenta activamente con la participación de más de trece organizaciones de cooperación internacional, organizaciones locales e instituciones académicas.

La minería cooperativista cuenta con dicho potencial para generar tales cambios socioeconómicos y ambientales.
Cabe resaltar que el GIT-OR no es la única plataforma que Solidaridad promueve en Bolivia para fomentar el diálogo y la discusión en el sector minero. En Agosto del 2018, Solidaridad contribuyó a la reactivación de la Red Nacional de Mujeres Mineras (RNMM) de Bolivia, una plataforma cuyo objetivo principal es visibilizar y empoderar a las mujeres en la minería artesanal para que puedan ser agentes de cambio en sus comunidades. Esta plataforma es una suerte de continuación en el mundo real del trabajo realizado por Solidaridad y la consultora Cumbre del Sajama en 2017 con la publicación “Mujeres Mineras en Bolivia”, que fue el primer estudio de línea base sobre la realidad socioeconómica de la mujer minera en Bolivia. De este modo, la RNMM actualmente brinda talleres de capacitación a cientos de mujeres trabajadoras de la minería de pequeña escala -pero también a amas de casa, profesionales y voluntarias- en temas de liderazgo, seguridad ocupacional, y detección y denuncia de violencia intrafamiliar.
A puertas de un nuevo periodo presidencial donde los planes de gobierno y políticas públicas podrían replantearse, las plataformas de diálogo e intercambio de ideas ayudarán a distintos actores clave -autoridades gubernamentales incluidas- a tener una mejor comprensión de la complejidad y retos de la minería aurífera Boliviana.
De cara al futuro, -y tras la buena experiencia en Bolivia- buscamos replicar en los próximos meses la creación plataformas para el diálogo dentro del sector de la minería artesanal y de pequeña escala en otros países de la región tales como Perú, Colombia y Ecuador. En Solidaridad tenemos la firme convicción de que el diálogo y la discusión entre distintos actores de la sociedad civil es una de las formas más eficientes para generar desarrollo inclusivo y responsable. Aunque aún nos queda a todos mucho trecho por recorrer, los resultados de nuestro trabajo en Bolivia nos confirman que estamos en la dirección correcta.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)