López Obrador, nuevo presidente de México, no simpatiza con las  mineras… y viceversa

López Obrador, nuevo presidente de México, no simpatiza con las mineras… y viceversa

En su tercer intento, Andrés Manuel López Obrador es elegido presidente de México con casi el 54% de los votos emitidos y Morena ganó en cinco de las 9 entidades donde se eligió gobernador las elecciones del domingo 1 de julio. Para lograrlo, López Obrador realizó una serie de alianzas con políticos y empresarios que anteriormente conformaban lo que él mismo ha denominado como «la mafia del poder».

La simpatía de los empresarios por López Obrador es conocida: no existe tal.

Esta mañana, tras darse por segura la victoria de ALMO, como es conocido, el principal índice bursátil de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), S&P/BMV IPC, perdió el piso de los 47,000 puntos y cayó 1.41% hasta las 46,991.80 unidades, frente al cierre de la semana pasada de 47,663.20 unidades. Las emisoras más afectadas son Grupo México Transportes con una depreciación de 4.31% a 27.747 pesos por título; la minera Peñoles con una caída de 4.22% a 341 pesos. De carambola, el efecto ALMO se extendió hasta las bolsas de Nueva York y Suiza, en las que presionó a la baja las acciones de petroleras como Chevron, Exxon Mobil y Royal Dutch Shell.

A ALMO, El País de España lo ha descrito como una “incógnita” en el sentido político y líder social “heredero de la vieja estirpe del priismo nacionalista revolucionario, que se presenta como un salvador”. En un extenso artículo de The New Yorker, retratan al nuevo presidente de México como el personaje que encabezará “una nueva revolución” en el país norteamericano. Sea cual fuere la más acertada caracterización de ALMO, esta se conocerá en las próximas semanas.

La simpatía de los empresarios por López Obrador es conocida: no existe tal, aunque intenten maquillarla con discursos floridos y frases sacadas de un libro de superación personal. Germán Larrea, presidente del Consejo de Grupo México, cuya subsidiaria Southern opera las minas Toquepala y Cuajone en Perú, el segundo hombre más rico de México en la lista de Forbes, aseguró en una misiva a sus trabajadores que López Obrador nacionalizaría empresas si llega a presidente de México.

“Si este modelo económico populista, en donde todo supuestamente pertenece y proviene del Estado y en el que se ofrece regalar sin trabajar, se llegara a imponer en México, se desincentivarían las inversiones afectando gravemente los empleos y a la economía, se devaluaría nuestra moneda y se provocarían fuertes alzas de precios en productos y servicios”, dijo anteriormente Larrea.

El sentir de Larrea no es un gesto aislado. Al grupo que se opuso (y se opone a López Obrador) se unió Alberto Baillères, el tercer hombre más rico de México, según la lista de millonarios de la revista Forbes. Según un despacho de Bloomberg, Baillères les pidió a sus empleados que votaran por un candidato con las mayores posibilidades de derrotar a ALMO. Alberto Baillères es la cabeza del Grupo Bal, que agrupa a la mina de oro y plata Fresnillo, la compañía energética Petrobal y la casa de bolsa ValMex, entre otras.

Tras la victoria virtual de ALMO, el quinto empresario más rico de México de la lista Forbes, Ricardo Salinas Pliego, presidente del Grupo Salinas, señaló en su cuenta en Twitter que Andrés Manuel López Obrador merece “la oportunidad de demostrar que va a cumplir sus promesas de justicia y honestidad, y como él mismo dice: que no nos va a fallar”.

El Instituto Nacional Electoral mexicano señaló que los mensajes no violan la ley electoral y que son parte del derecho de libertad de expresión que tiene cada uno de ellos.

El nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cuando candidato, señaló  a los magnates de su país de pertenecer a “la mafía del poder” para luego tenderles la mano y ofrecerles la paz. En abril pasado, un ALMO conciliador dio un paso al frente. “Vamos a buscar haya unidad al interior de los mineros, de los trabajadores mineros, la división no ayuda a los trabajadores, y también vamos a buscar el acuerdo con los empresarios de las minas, con los que se dedican a la producción del acero que son productores mexicanos, van a tener apoyo, vamos a apoyar a las empresas mexicanas”, dijo.

En opinión de Graciela Márquez Colín, una de las propuestas para encabezar la Secretaría de Economía mexicana, Andrés Manuel López Obrador pretende dar un nuevo impulso a la minería, industria a la que calificó de “pieza clave” para el desarrollo de la economía mexicana en conversación con El País. El sector minero contribuye con el 4% del PIB mexicano. El país es el principal productor de plata en el mundo y da empleo a unos 350,000 trabajadores, aunque no reciben los mejores salarios de la industria en la región.

Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)