«Ley de cabeza de mineral define la cultura de una minera»: habla Codelco

Para muchos analistas -son tantos y de tantos bancos que no los citaremos uno por uno- el cobre es el metal con mayores fundamentos para sentirse tranquilo en el largo plazo, aunque su volatilidad en los mercados lleve a la locura a muchas de las principales productoras mundiales del metal.

El planeta urge de urbanización -no se ha podido detener la migración del campo a la ciudad en ninguna arista del globo- y de electrificación -mil millones de personas carecen de este servicio básico en este punto azul. Tras ello, se perfila la revolución de los coches eléctricos. Codelco, la principal productora de cobre del mundo, está al tanto de esto. Produce alrededor de 1.6 millones de toneladas de cobre fino al año, más de la mitad de la producción peruana en su conjunto y poco más de la quinta parte de lo que genera Chile en total. Chile es el primer productor global del metal rojo y Codelco su carta más valiosa. “Somos el primer contribuyente a la tesorería de Chile”, se jacta el presidente de la minera estatal, Nelson Pizarro.

Suceda lo que suceda, nada detendrá el plan de US$17,000 millones de Codelco para mantener sus niveles de producción y seguir siendo competitiva en la industria. “Competitivo” es un adjetivo que utiliza Nelson Pizarro con mucha frecuencia en sus discursos. Lo hizo tanto en el Exponor de 2017 como en esa misma feria de este año, ambas desarrolladas en la misma ciudad de Antofagasta. “Costos” es también una palabra que repite a menudo, y por supuesto que se entiende debido a que sobre sus hombros recae un peso inmenso: mover una empresa pública al ritmo de las privadas.

Esto implica muchos sacrificios (y despidos) y la recurrente tarea de persuadir a la población de que Codelco generará rendimientos, de que Codelco no es solo orgullo chileno sino también un gran negocio. “Costo de oportunidad” es también un concepto muy clavado en el esquema mental de Pizarro, convencido de que si no logra hacer de la minera una locomotora de dinero y desarrollo, entonces el financiamiento estatal, lógicamente, se destinará a otros sectores con otras urgencias. 

RIQUEZA

“Los costos de producción vienen bajando, estamos al límite del segundo y tercer cuartil”, indica el capitán al mando de una empresa minera que opera seis unidades mineras, varias de ellas con más de cien años de existencia: Chuquicamata y El Teniente, y dos de las más modernas como Radomiro Tomic, Ministro Hales y Gabriela Mistral. Esta última hace uso de equipos de acarreo autónomos. Andina es la sexta.

La riqueza mineral de Chile es altísima. Codelco ha identificado 20,000 millones de toneladas de recursos minerales y de estas son aprovechables económicamente, con la tecnología hoy existente, unos 7,400 millones de reservas de minerales. En otras palabras, si Chile pudiera extraer todo su mineral de una sola vez, podría satisfacer la demanda mundial por décadas y décadas.

La producción mundial de cobre ronda los 20 millones de toneladas de cobre y Chile cuenta, según describe  Nelson Pizarro, con “una base minera gigante” y la finalidad de Codelco es “transformar las reservas mineras en productos comerciales”.

Codelco es un titán de la producción de cobre, y hace poco un competidor -Southern- anunció que en unos años estará a la misma altura. Esto le preocupa poco o nada a Pizarro, quien confiesa a esta revista: “Nuestra meta no es ser el mayor productor de cobre del mundo, sino una excelente oportunidad para que el Estado de Chile invierta y cumpla la rentabilidad esperada, además de avanzar en el desarrollo de Chile”. 

NO ERA LA MEJOR

Hace algunos años, la situación no era la mejor. Pizarro cuenta que “llegó un momento en que la base minera de reservas presentaba una situación insostenible en el mediano plazo, y si no se hacían las inversiones para aprobar nuevos proyectos, transcurridos diez años, la producción se habría visto disminuida en un 74% y esta corporación estaría produciendo en torno a las 500,000 toneladas, con los impactos que esto significaba para el Estado chileno”.

Tras este diagnóstico organizacional, Codelco lanza una ambiciosa cartera de seis proyectos estructurales. “Esto nunca se había hecho en el mundo”, expresa Pizarro, “el desarrollo en simultáneo de semejante cartera de proyectos, de allí la necesidad de categorizarlos y evaluar su maduración”. No sorprende que esta haya sido la idea de Nelson Pizarro, un ejecutivo para quien “la minería es riesgo puro”, un convencido de que el negocio depende de muchas variables, varias de ellas incontrolables; un pragmático obsesionado, como todos, por la volatilidad del metal, antes en US$3.2 la libra y hoy en US$2.2.

“¡Con qué valor elaboramos los economics para determinar el valor de riesgo!”, pregona. “La minería está siempre sujeta a contingencia”. El presidente ejecutivo de Codelco admite, como gran parte de la industria en general, que la incertidumbre política local y la lucha comercial entre EEUU y China han caído como un yunque en el precio del cobre. “Las promesas hechas con un precio del cobre se derrumban con la volatilidad”.

A despecho del comportamiento elástico del cobre, sus fundamentos son sólidos pues el metal, sostiene, “es necesario para el desarrollo económico  y el bienestar de los países”. No obstante las variables exógenas y políticas, hay esencialmente una que ha ganado protagonismo y no puede soslayarse. Esa es la comunidad cercana a un proyecto minero.

“Las comunidades están presentes y deben ser consideradas”, manifiesta Pizarro.. Al tiempo que la industria pone un ojo en sus relaciones con los grupos de interés, debe mantener el otro en la evolución de la demanda. Los cálculos más exactos refieren que la demanda de cobre tendrá un estirón del orden de 1.6 millones anual hasta el 2021, pero no habrá suficientes proyectos para cubrir la brecha.

“Por tanto se requerirá de nuevos proyectos para cerrar el agujero”, conjetura el ejecutivo chileno.. La experiencia reciente le da una idea del apetito de cobre del mundo. “Los inventarios de cobre han durado tres días, y antes estaban por tres semanas”, indica Nelson Pizarro, quien tiene un sospechoso de ese aumento de la necesidad del metal rojo. “Eso refuerza la convicción del esfuerzo de la modernidad por mejorar ambientalmente a través de la electrificación de la movilidad. Es un hecho indesmentible que demanda una enorme cantidad de cobre”,enfatiza. 

LÍMITES TÉCNICOS

Codelco ha cumplido sus metas operacionales en los últimos cuatro años (mantener los niveles de producción), a pesar de que las leyes de cobre han caído en torno a 14%. Esto lo ha logrado “sencillamente procesando más mineral y eso implica gastar mayores recursos financieros para compensar y buscar el límite técnico de la concentradora para poder procesar entre 30 y 35 millones de toneladas de mineral adicionales al año”, especifica Nelson Pizarro.

“Y estamos en los precios en el segundo cuartil, pero no estamos contentos para nada”. Añade: “Las mejores empresas son las que están en el primer cuartil. Por su mineral, por su mayor ley, por su estilo de gestión, siempre están en el primer cuartil. Ellas tienen el derecho a estar tranquilas”.

¿Cuál es la variable más determinante para una minera? Nelson Pizarro cree haberla hallado y es esta: “Hay mineras que tienen mejores costos porque aún son muy jóvenes, pero no se olviden nunca que la cultura de una minera la define la ley de cabeza de mineral. Mientras más miserable es la ley de cabeza, más capaz tiene que ser la organización de vencer esa dificultad; mientras más hay holgura, más hay relajo”. El tiempo, a diferencia de lo que ocurre con el vino, empobrece y complica un yacimiento.

“Buscar los límites técnicos” de las plantas procesadoras es otra frase que reitera Nelson Pizarro, que no es otra que exigir a la máquina, a los equipos y al personal todo el esfuerzo posible sin ponerlo en riesgo; “buscar los límites técnicos y hacer más con menos”. La preocupación de Pizarro es esta: no lograr avanzar con los proyectos y, entonces, ser testigo del descenso de la producción hasta poco más de las 500,000 toneladas. Es un escenario plausible pero que evitará la corporación si llega a poner en marcha diversos proyectos. Para materializarlos, Codelco echará mano de al menos US$17,000 millones para los próximos diez años. Parte primero con “los tres proyectos más urgentes”, entre ellos la transformación de la operación a tajo abierto Chuquicamata a una subterránea, pronta a ser estrenada. “Es un proyecto terminado, faltando solo el sistema de transporte desde el fondo de la mina hacia la concentradora. Vamos a partir en julio con un ramp up de siete años, entregando 140,000 toneladas de mineral de alta ley, casi sin tener que mover lastre. Minerales con leyes de 0.7%”, profundiza. Con esta transformación de US$5,500 millones, Chuquicamata espera reducir sus costos de producción a la mitad.

Otros proyectos en los planes de Codelco son el nuevo nivel de US$5,500 millones para El Teniente, sumando reservas que ascienden a 2.000 millones de toneladas aproximadamente, con una ley media de cobre de 0,86%. Ello permitirá que la división continúe con el tratamiento de 137 mil toneladas por día de mineral por más de 50 años. El Teniente tiene más de 1,000 km de galerías.

”La estabilidad del cerro ha hecho que el proyecto se ralentice”, subraya Pizarro. Con su operación Andina quieren “readecuar la infraestructura” para “asegurar la convivencia con Anglo American” y también “reemplazar el actual sistema de chancado primario y transporte de mineral”. Unos US$1,300 millones invierte la estatal chilena en esta obra.

Un tercero es el proyecto Rajo Inca de US$1,000 millones, que estudia extender la vida útil y darle continuidad operacional a la División Salvador mediante la explotación a tajo abierto de los recursos remanentes del yacimiento principal Indio Muerto.

Hay otros cuyos montos de inversión se estudian aún, como el proyecto Sulfuros Radomiro Tomic Fase II, que busca extraer y procesar reservas de minerales sulfurados, estimadas en 2.800 millones de toneladas aproximadamente, con una ley media de cobre de 0,51%, o una gigantesca planta desalinizadora de agua de mar para el norte de Chile.

“El compromiso de Codelco es no defraudar al estado de Chile”, resalta el funcionario de la minera pública, que busca proyectos con “diseños simples” con “construcciones eficaces”, “un buen conocimiento del recurso minero” y “excelencia operacional”. “También nos interesa aprovechar las nuevas herramientas disruptivas como la digitalización; el uso de la información gigantesca que generamos. Hemos iniciado un data analytic, generamos una enorme cantidad y estamos trabajando sobre el 5% de esa información”. “Automatización, robotización y el control digital son las formas no del futuro sino de hoy en la tarde. Es la urgencia que tenemos”, recalca.

Consumo óptimo y mínimo de agua, reducida huella de carbono y eficiencia eléctrica son otras de las características de la minería competitiva, asevera. “Hoy la sustentabilidad es el centro del modelo de negocio”.

Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)