Trabajadores del Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO), en Junín, exigen la adjudicación directa de la empresa o una reorganización simple sin pasivos. “Los acreedores laborales no aceptan la reorganización simple del CMLO porque carga con un pasivo de US$32 millones”, explicó Juan Cangalaya, exasesor de los trabajadores minero-metalúrgicos a El Comercio, desde donde extraemos la noticia.
Los obreros tomaron la semana pasada las instalaciones del CMLO. Desde ese entonces impiden la entrada y salida de suministros y minerales de Nexa y Savar, sus dos únicos clientes. Su objetivo es quedarse allí hasta “valorizar” ellos mismos todos los activos de la refinería, incluyendo el concentrado.
El principal afectado es Nexa, que procesa mineral de zinc en un área del complejo. Su cargamento, valorizado en US$10 millones, ha quedado inmovilizado.
Fuentes cercanas a la situación señalaron al suplemento financiero Día1, de El Comercio, que los trabajadores iniciarán hoy los trámites correspondientes ante Indecopi para anular el acuerdo alcanzado en la Junta de Acreedores.
La situación es muy diferente en el distrito de San Pedro de Coris, sede de la mina Cobriza. “No solo los trabajadores de Cobriza, sino las comunidades aledañas se han movilizado hasta Lima para pedir que se venda la mina y se reactive de inmediato. Es un consenso del 100% de todos los trabajadores y población”, refirió Elvi Yupanqui, secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores de Cobriza.
Cobriza es el principal empleador del distrito, razón por la cual su paralización tiene a los pobladores preocupados; esperan reanudar la producción en la unidad minera esta semana.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)