
Guillermo Shinno fue viceministro de Minas por cinco años (2012-2017) y desde el primero de octubre pasado ha asumido la gerencia general del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), el mayor gremio de profesionales mineros del país.
El énfasis de su gestión estará puesto en la elaboración de estudios y propuestas para resolver los escollos y mitos que dificultan el desarrollo de la actividad, como el manejo del agua y la remediación de pasivos ambientales.
En plena semana de celebraciones por el 75° aniversario del IIMP, el exfuncionario nos compartió sus perspectivas para la industria
¿Cómo calificaría que fue el 2018 para el sector minero?
Primero se debe ver la parte general e internacional, actualmente el sector minero tiene un mayor atractivo para seguir invirtiendo. Pero, en particular, en la minería peruana vemos mucho optimismo por parte de los inversionistas. Adicionalmente, este año se ha anunciado el inicio de tres principales proyectos: dos son nuevos como Quellaveco, una inversión por encima de los US$ 5000 millones de inversión y cuatro años de construcción, y Mina Justa, que son alrededor de US$ 1400 millones en los tres años siguientes; a eso se suma la ampliación de Toromocho, en la cual se habla de una inversión entre 1100 a 1300 millones de dólares.
¿Ha visto en este año, un mayor impulso del Ministerio de Energía y Minas (MEM) por sacar adelante el sector y los proyectos?
Definitivamente, tuve la oportunidad de estar en una exposición del ministro (de Energía y Minas) y dijo que ellos tienen muy claro el objetivo de seguir promocionando el sector minero y no sólo se ha trabajado un marco teórico, sino que ha segmentado bien cada uno de los objetivos por delante. Por lo menos estoy viendo que se están dando los pasos necesarios orientados a un norte de mejorar y poder ampliar el sector minero.
Como representante del gremio profesional de los mineros ¿cuál sigue siendo el clamor de la industria y qué aspectos piden priorizar?
Todavía existen preocupaciones, uno es el aspecto social porque aún existe una cantidad considerable de conflictos alrededor de los proyectos y en eso tiene que trabajar no sólo el Ministerio de Energía y Minas sino el Gobierno en general, las empresas mismas y todos aquellos que estamos de alguna manera inmersos en el sector. Tenemos que ver qué hacemos para mejorar la percepción de la población que ante un miedo natural piensan que la actividad puede afectarlos. Hay que hacer una campaña para mejorar la imagen y el Ministerio ha establecido algunas plataformas como el grupo de convergencia y buenas prácticas, y una mesa de competitividad que de alguna manera aborda cómo ir solucionando los problemas sociales.
Otro problema que tienen las empresas son los trámites, lo que llaman permisología. Si bien el gobierno ha hecho esfuerzos todavía hay espacios por mejorar. El Gobierno, por el lado del MEM, ha preparado un nuevo reglamento de procedimientos mineros del cual esperamos su versión final con los aportes que pueda recibir para dar una mayor competitividad al sector y avanzar rápido con los permisos.
Eso es en cuanto al MEM, lo que hay que hacer es que otros sectores como Agricultura, Transporte, Cultura y demás también se sumen a las iniciativas de ese tipo para que los proyectos puedan empezar lo antes posible sin descuidar la protección al medioambiente, ni todo el cuidado que sea necesario para las organizaciones civiles y la identidad cultural.
Existe la percepción que hay desencuentros y puntos de vista distintos entre el Ministerio de Energía y Minas y el del Ambiente. Usted que fue parte de uno de esos sectores, ¿considera que es justificada esa impresión?
No, lo que creo es que se debe aclarar esa percepción que tiene la gente. En principio, ni Ambiente ni Energía y Minas tienen una falta de comunicación ni una agenda distinta, lo descarto por lo que viví en los años que fui viceministro y por cómo veo que se trabaja en esos sectores. Podrá haber diferencias, definitivamente las hay, pero no sólo es Energía y Minas y Ambientes, ocurre con otros sectores también y eso no quita que siempre ha existido una buena relación entre ambas carteras.
Con el contexto actual de precios, ¿se puede esperar que el cronograma de la cartera de proyectos del Minem se cumpla?
Yo partiría viendo que las empresas sinceren sus proyectos. Uno tiene la cartera de proyectos con información de la minera la cual dice que se iniciará la obra en tal año, pero resulta que esa información no está actualizada y a veces por motivos netamente empresariales se tiene que retrasar y en eso nada tiene que ver el gobierno, ni los permisos ni los conflictos sociales. Hay que empezar a depurar y sincerar la cartera.
En aquellos proyectos que tienen una fecha decidida por la empresa, el gobierno y todos los actores del sector debemos apoyar para desmitificar la percepción de que la minería puede ser negativa y en eso está trabajando duro el Gobierno con el centro de convergencia, eso está sirviendo para menguar la conflictividad.
El contexto es favorable, si bien los precios han bajado un poco aun son razonablemente buenos, lo puede ver y preguntar a las empresas, siempre se está mirando al Perú, más allá de los problemas naturales y estructurales que puede tener el país.
Autor: Hafid Cokchi (hcokchi@prensagrupo.com)