
El cobre perdió a uno de sus más influyentes promotores, después de que Goldman Sachs Group Inc. redujera sus previsiones de precios a corto plazo, anticipándose a una fuerte caída del gasto de los consumidores y de la actividad industrial a medida que se agrava la crisis energética en Europa, informó Mining.com.
Los analistas de Goldman han sido una de las voces más alcistas sobre las materias primas, y advirtieron que el cobre, en particular, podría convertirse en uno de los mercados más ajustados jamás vistos.
Sin embargo, dado que los inversionistas están vendiendo el metal en masa y los precios están un 40% por debajo de las expectativas del banco, Goldman advierte que la caída aún podría tener camino por recorrer.
El alza del dólar ha afectado significativamente al cobre y la escasez mundial de energía que amenaza el crecimiento está “fuertemente inclinada hacia una escalada en el invierno”, dijeron los analistas, entre ellos Nicholas Snowdon, en una nota enviada por correo electrónico. El banco estima que el cobre se ubicará en US$6.700 la tonelada en los próximos tres meses, frente a una proyección anterior de US$8.650.
El metal, considerado a menudo como un indicador de la economía mundial, se ha desplomado casi un 30% desde el récord alcanzado en marzo. Aunque los analistas habían favorecido al cobre debido a la escasez de suministros y a su uso en las tecnologías verdes de rápida expansión, los precios se han hundido a medida que la presión de Rusia sobre los suministros energéticos afecta las economías, especialmente en Europa.
Bank of America, que antes era un alcista del cobre, también redujo sus proyecciones la semana pasada, advirtiendo que, en el peor escenario, si Europa sufre una escasez generalizada de gas, los precios podrían caer hasta los US$4.500 la tonelada.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)