
Bolivia, uno de los países que más crece macroeconómicamente, impulsa la construcción de fuentes de energía renovable. El país vecino ha emprendido la ejecución de las hidroeléctricas Chepete-El Bala, en La Paz, y Rositas, en Santa Cruz, aunque cierta parte de la población se opone a ellas.
Según el Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, realizado en la ciudad de Nueva York, el Gobierno boliviano no respeta los procesos de consulta a los pueblos indígenas, debido a que los proyectos hidroeléctricos El Bala-Chepete (La Paz) y Rositas (Santa Cruz) impactarán a las comunidades guaraníes, mosetenes, tacanas, tchimanes, lecos, ese ejjas y uchupiamonas.
La respuesta del presidente Evo Morales no se ha hecho esperar. Ha dicho que “si no quieren” esas inversiones se trasladarán a otros departamentos. “Esos proyectos como Rositas, es el pedido del departamento de Santa Cruz, sin embargo algunos hermanos, repito nuevamente, bajo la influencia de algunas empresas u ONG, protestan. Yo decía, si no quieren no hay problema, hay otros departamentos que quieren y han consensuado, vamos a trasladar esa inversión a otros departamentos”, advirtió, según diversos despachos de prensa locales.
Las hidroeléctricas el Chepete-El Bala, en el norte de La Paz, tienen una capacidad para generar 3.676 megavatios (MW).
Las hidroeléctricas el Chepete-El Bala, en el norte de La Paz, tienen una capacidad para generar 3.676 megavatios (MW). El proyecto demandará al menos US$ 6.000 millones de inversión. Mientras que Rositas será la primera hidroeléctrica para la generación de energía eléctrica, agua para consumo y riego en el departamento de Santa Cruz. Será construida sobre el río Grande, cerca de la confluencia con el municipio de Abapó (ubicada a 140 kilómetros al sur de la capital cruceña) con una inversión prevista de $us 1.000 millones.
Morales afirmó que quien pierde con el traslado de inversiones es el departamento. “Quién pierde es el departamento, y nosotros como Gobierno nacional perdemos tiempo en vez de acelerar estas grandes inversiones en el tema energético”, dijo.
La administración del presidente Evo Morales se ha propuesto energizar Bolivia con energía renovable. Recientemente la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) suscribieron un convenio de ejecución de una pequeña central hidroeléctrica en el departamento de Potosí.
El proyecto de El Cóndor, como se denominará a la central, aprovechará las aguas del embalse de Aguas Calientes, ubicado sobre el cauce del río Yura en el municipio de Tomave de la provincia Antonio Quijarro, para generar energía, señaló ENDE.
Este programa, que generará 1,5 megavatios al Sistema Interconectado Nacional y favorecerá a comunidades y distritos mineros de la región, demandará una inversión de US$6,3 millones. Su construcción comenzará en diciembre de este 2018.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)