Gerente general de Marcobre: «El pico de inversión en Mina Justa se alcanzará en 2019»

Gerente general de Marcobre: «El pico de inversión en Mina Justa se alcanzará en 2019»

Mina Justa es el segundo proyecto más importante en desarrollo del país y al frente de él se encuentra Enrique Rodríguez, un curtido desarrollador de proyectos mineros, quien proporciona a ENERGIMINAS los detalles de lo que será esa operación.

Por Manuel Marticorena

Enrique Rodríguez declara con voz firme: “Lo mío es ser un desarrollador de proyectos”, y nadie lo duda. En efecto, ha estado en distintas operaciones mineras llevando al límite sus propuestas, siendo Mina Justa el emprendimiento más grande que ha logrado sacar adelante.

Es ingeniero civil de profesión, tiene en el sector minero más de 25 años, varios de los cuales los ha dedicado a empresas como Anglo American, Antamina y NewmontMining. Entró a Minsur (brazo minero del Grupo Breca) en el 2015 y a mediados del año pasado asumió la gerencia general de Marcobre, que se hará cargo de la explotación de Mina Justa.

Hoy Enrique Rodríguez está al frente de una operación que cuesta US$1,600 millones y cuya construcción demandará retos importantes para, finalmente, entrar en su etapa productiva y obtener cátodos y concentrados de cobre.

Los pormenores de lo que será este ambicioso proyecto en la siguiente entrevista.

Considerando su capacidad de desarrollador de proyectos, ¿en qué momento  identifica el punto de quiebre para pasar de una intención a la etapa firme de desarrollo?

Un proyecto es positivo desde el punto de vista de negocio cuando cumple determinados requisitos. La intencionalidad siempre va a existir, pero son los estudios los que determinan si se va adelante. Yo soy un fiel creyente de seguir un sistema ordenado y no de aquel que dice que hay que sacar un proyecto porque el cobre está en un muy buen precio. Para mí es importante que los supuestos de desarrollo y de recuperación, que se tienen previstos en el estudio del recurso, sean los más próximos a la realidad.

En Minsur hemos adoptado el procedimiento stagegate que es el análisis de una etapa en la cual si se satisfacen una serie de requisitos y con una revisión de especialistas independientes, recién ahí el directorio puede tener los elementos de juicio para la aprobación y pasar a la siguiente etapa.

¿La revisión con consultores independientes, que acaba de mencionar, es frecuente para el desarrollo de proyectos o es parte de una política de Minsur?

No es muy frecuente, pero empresas de talla mundial siguen este proceso y Minsur se ha propuesto hacer minería de clase mundial, por lo que hemos adoptado este estándar recogiendo lo que recomienda el Project Management Institute. Tanto el proyecto Mina Justa como el de San Rafael (Proyecto B2) se están manejando siguiendo este estándar que está rindiendo frutos, pues permite a los accionistas tomar una decisión mejor documentada y sustentada.

¿Qué peso tiene el aspecto social en el desarrollo de un proyecto?

Es uno de los aspectos más importantes, pero todo depende del proyecto. Hay proyectos más complejos desde una perspectiva social y otros que lo son desde la ambiental, de infraestructura básica (carreteras, acceso, telefonía etc.) u otros componentes. Es el contexto el que define el marco bajo el cual se va a desarrollar el proyecto.

El problema que podrían tener algunos proyectos es el subestimar o no dimensionar adecuadamente algunos de los elementos del contexto: no es solamente ingeniería o recursos geológicos, o cómo lo vamos a construir. Hay más elementos como: dónde, con quién, entre quién.

También participa el contexto político de hoy, porque este suele ser diferente al de ayer y va a ser diferente al de mañana. Todos esos elementos deben verse en sus diferentes etapas, tanto la conceptual, en las pruebas, factibilidad e incluso durante la ejecución. Por supuesto que en esta última uno ya está ‘casado’ con el proyecto, pero hay que comprobar que todo lo que se ha previsto esté debidamente monitoreado para que efectivamente se cumplan las previsiones y las desviaciones sean las menores posibles.

Pasando ya al proyecto Mina Justa. Minsur cambió el proyecto para pasarlo de una mina subterránea a una de tajo abierto. ¿Cuáles fueron los factores que llevaron a tomar esa decisión?

El proyecto Mina Justa ha tenido más o menos una historia larga. En el 2010, cuando era de propiedad de ChariotResources se realizó un diseño a tajo abierto apuntando a aprovechar los óxidos y coger algo de sulfuros ubicados en la parte inferior del depósito. Claro que con una dimensión un poco menor a la actual, apuntando a seguir expandiéndolo posteriormente. Con este diseño incluso obtuvieron el primer EIA del proyecto.

Después de pasar por otros accionistas y al llegar Minsur, inicialmente decide enfocarse en los sulfuros y diseñó un proyecto subterráneo para recogerlos, para posteriormente, de otra manera, extraer los óxidos que tienen menores leyes y que no representaban en ese momento, yo creo que equivocadamente, valor para la empresa.

Sin embargo, ahí se generaron una serie de cambios de gerencias que incluyó una revisión del proyecto Mina Justa y se decidió revaluar el proyecto y regresarlo a su etapa temprana de prefactibilidad y también a analizar una solución tecnológica y de diseño. Es así que el equipo planteó una nueva propuesta, la que fue revisada por profesionales independientes quienes la validaron e hicieron una serie de recomendaciones para luego presentarla al directorio.

¿Eso significó hacer retroceder mucho al proyecto en cuanto a tiempo?

Fue prácticamente rehacer el proyecto, porque en minería subterránea se iba directo a sulfuros con una planta de flotación, chancado y molienda; pero al hacerlo a tajo abierto fue ir también a una planta de óxidos. La decisión se tomó a mediados del 2015. Al ver que se tenía un mejor caso de negocio (business case) se tomó la decisión de ir con el tajo abierto e incluso cambiar el consultor para que nos apoye en todo el proceso de ingeniería. A partir de ese momento estamos con Ausenco, que nos ha venido ayudando.

¿Qué tecnología se usará en Mina Justa?

Hay dos tecnologías que vamos a usar, que son convencionales y conocidas. Una es el batchleaching para los óxidos, que es básicamente hacer lixiviación en tinas enormes. Esta se usa en varias operaciones para otros minerales, incluso en minas peruanas, pero a menor escala. Una de las operaciones que usa batchleaching es la mina Mantos Blancos de Chile, aunque el nuestro va a ser tres a cuatro veces más grande.

¿Y la tecnología para sulfuros? 

La tecnología para sulfuros es chancado, molienda y flotación convencional; sin embargo, lo que se está usando últimamente ya no son molinos SAG sino, por la característica del mineral, usaremos un molino de bolas, pero con rodillos de molienda de alta presión (HPGR, por sus siglas en inglés), como el que se acaba de instalar en Cerro Verde y Toquepala.

Los rodillos de alta presión generan fraccionamiento en las partículas  para que la solución entre a los intersticios y pueda recuperar y capturar los sulfuros de cobre. El molino es Outotec y la tecnología del HPGR es Polysius.

Para la lixiviación van a requerir ácido sulfúrico. ¿De dónde lo van a obtener? 

Hay producción nacional: están Southern Peru y Cajamarquilla. De hecho están en nuestra lista de proveedores potenciales, pero también en Chile hay posibilidades para abastecernos.

Respecto a las inversiones, ¿cuándo será el pico de inversiones que tendrá el proyecto?

Será el 2019. En cuanto a los volúmenes de compra, como equipamiento, tenemos una inversión del orden de US$ 300 millones a los cuales ahora hay que sumar toda la construcción, los pagos, etc. lo que implica inversiones adicionales por US$700 millones. Para el 2018 debemos cerrar en US$250 millones y el resto de la inversión de los US$1,600 millones debe cumplirse en el 2020.

Parte de estas primeras compras son los 50 equipos adquiridos recientemente, entre los que se encontraban algunos camiones.

Así es. Eso corresponde a la flota 1 con la que empezaremos. La flota 2 debería llegar en el 2019, además de los equipos del molino y otros. En la mayoría colocamos ya las órdenes de compra.

Las compras de equipos de línea amarilla están bastante adelantadas. ¿A qué se debe esto?

Es una de las características propias del proyecto. Como el preminado requiere ir excavando para avanzar con la fase de óxidos y concentrarlos en unas pilas de almacenamiento (stockpiles), con esto se va rápidamente hacia la fase de sulfuros porque ahí están las mejores leyes.

Mientras se va haciendo esto, se procede con la construcción tanto de la planta de óxidos como la de sulfuros a la vez. De hecho, según el programa, la planta de óxidos termina de comisionarse en setiembre del 2020 y la de sulfuros en octubre del 2020, o sea con la diferencia de un mes.

La planta de óxidos va acoger el mineral que  salga de las pilas de almacenamiento y también de la mina. En tanto, la de los sulfuros, cuyo preminado arranca ahora, empezará a operar apenas esté terminada porque ya se tendrá listo el recurso. Esa es la diferencia de Mina Justa a muchos proyectos donde primero explotas la parte de óxidos, procesas la parte de óxidos hasta que aparezca la de sulfuros y en ese momento, con lo que ya ha venido produciendo  de óxidos,  pagas la inversión en sulfuros.

En nuestro caso, y esto fue una decisión importante porque en un momento determinado se tenía casi un año de diferencia entre uno y otro minado, decidimos incrementar la inversión inicial porque le daba  mejor valor al cash del negocio.

¿Con qué cash cost están trabajando?

Alrededor de US$1.3 por libra promedio. Empezamos por debajo de US$1/lb en los primeros meses, pero se ha ido incrementando.

Mina Justa es un proyecto que se ha llevado adelante de manera silenciosa, sobre todo en el manejo del aspecto social… 

Esa es una característica del grupo Breca que toma las cosas con bastante cuidado. No hay por qué estar haciendo mucho ruido para generar de repente expectativas de financiamiento e inversión. Se dan los pasos que se tienen que dar y se sale a los  medios cuando se tiene algo confirmado.

¿Pero acaso no los ha ayudado el estar en una zona de tradición minera?

Indudablemente, sí. Marcona una zona  bastante aislada, desértica y al tener en esta área de influencia directa a una población que es eminentemente minera nos ayuda a generar también expectativas interesantes. No solo es Marcona, sino también podríamos hablar de Nasca, que igualmente tiene una dicotomía agrícola – minera interesante.

En el proyecto Mina Justa ¿hay un tipo de política vinculada a la adquisición de productos locales? 

No hay algo específico. Yo creo que los proveedores peruanos mineros no lo necesitan porque están bien posicionados. Todas las compras se orientan a nivel local. Claro que hacemos compras de productores extranjeros, pero que tienen representantes en el Perú.

Son pocos los casos en que se ha requerido una venta directa desde el extranjero. Casi todo se ha manejado localmente. Probablemente algunos proveedores reaccionaron tarde, por esta característica del proyecto de mantener un perfil bajo y no hacer mucho aspaviento en lo que todavía era un proceso. De esta manera hemos ido a buscar los proveedores que nos interesaban y que, además, estaban disponibles en el mercado.

Actualmente la obra se encuentra en la ingeniería civil. ¿Cuándo esperan acabar esta etapa?

La parte civil va a ir hasta buena parte del próximo año, sobre todo en la fase de concretos. Las tinas de lixiviación tomarán un  volumen importante de concreto y eso nos va a tomar, hasta agosto o setiembre del 2019. Son quince tinas de 32 metros de ancho, por 43 metros de largo y 7 metros de altura.

¿Considera que la parte civil será la más dura?

No, es la parte más masiva. La parte más importante en estos proyectos es la instalación electromecánica. Ahora, que en comparación a otros proyectos, una de las ventajas, vamos a llamarle contexto, que nos toca es que estamos a 500 metros sobre el nivel del mar y las diferencias topográficas no son tan grandes como en otros proyectos.

Eso es ventajoso, por ejemplo, en lo que es el movimiento de tierras que si bien es importante. no es tan grande comparándolo con algunos proyectos de la sierra. La parte de concreto sí es fuerte comparativamente con otros proyectos, por la construcción de las tinas de concreto que mencioné.

Es probablemente muy adelantado para ver esta posibilidad: ¿Habrá una segunda fase o una expansión de Mina Justa?

Tenemos bastante cerca una cantidad importante de concesiones mineras que empezarán un proceso de exploración brownfield para ver si podemos encontrar alguna posibilidad de, más que expandir el proyecto, incrementar su vida.

El proyecto tiene actualmente una vida de 16 años de operación, Dios mediante, yo creo que puede haber potencial interesante para ir a más años. Incluso estamos viendo la posibilidad de desarrollar otro tipo de planta de procesamiento. Todo dependerá de lo que nos diga la exploración geológica.

¿Por qué el proyecto fue bautizado como Mina Justa?

Ahí hay una historia interesante de un señor llamado Justo Pastor que allá, a mediados del pasado siglo, identificó dos yacimientos. Uno era Justo, que fue donde se explota hierro; y el otro que se le conoció como Justa, que era de cobre. La zona fue explorada por estadounidenses llevados aparentemente por este señor Justo, quienes tomaron la decisión de extraer el hierro con la Marcona Mining Company.

A inicios de los 70 esta empresa fue expropiada por el gobierno militar que creó Hierro Perú. Pero ya desde antes se sabía que había un potencial de cobre en la zona noreste. Sin embargo, como el interés se centraba en el hierro y además, como la tecnología para leyes tan bajas aún no había sido desarrollada, ese yacimiento no resultaba tan atractivo .

Incluso cuando se privatiza Hierro Perú tampoco hubo interés por el proyecto. Fue a partir de la presencia de Rio Tinto cuando se realizan estudios ya serios logrando data de la zona.

¿Mina Justa está en una zona desértica, por lo que el recurso agua es escaso y además hay que cuidar su impacto? ¿Cuál es el manejo que hacen ante esta situación?

Efectivamente, una de las situaciones de contexto de que hablamos es que esta zona es muy seca. De hecho en las exploraciones que hicimos para los estudios de línea base y los estudios de infiltración de la napa freática identificamos que esta se encuentra a 600 metros por debajo del nivel de superficie.

Es muy magra: hay presencia de humedad pero no hay flujos específicos. El tajo de Mina Justa llegará máximo a 380 metros desde la superficie, o sea vamos desde el nivel 830 metros sobre el nivel del mar (msnm) y llegamos máximo al nivel 470 msnm.

Nos quedamos creo entre 150 a 200 metros por encima de la napa freática que se ha identificado. Esa es una de las desventajas también, lo que nos llevó a considerar que gran parte del proceso se desarrolle con el uso directo del agua de mar sin desalinización. Solamente hay unas cantidades muy menores que sí se tienen que desalinizar, básicamente para generar agua fresca para el proceso de electrólisis y uso doméstico del campamento.

Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)