El 14 de agosto último se anunciaba, con elevado optimismo, el reinicio de las operaciones del terminal portuario de Matarani, que había sido bloqueado durante casi un mes por manifestantes opositores a la construcción del proyecto minero Tía María. La noticia despertó los buenos ánimos de las empresas extractivas, quienes ya podían continuar sus exportaciones de cobre, oro y otros metales hacia el mercado internacional.
No obstante, los momentos de gloria parecen haberse desvanecido. El presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Manuel Fumagalli, lanzó hoy un baldazo de agua helada al sector minero: «Desde ayer (lunes) un grupo de pobladores ha vuelto a bloquear el puerto de Matarani y piden la cancelación del proyecto Tía María», lamentó.
Ante este suceso, alertó al Estado ha cumplir con las leyes para apaciguar a los manifestantes y detener el bloqueo. «Por medidas de prevención, se ha paralizado el transporte de minerales tanto por carreteras como por tren», expresó Fumagalli.
El puerto de Matarani es un activo estratégico para la embarcación de minerales: aproximadamente el 50% del cobre producido en nuestro país es exportado desde este terminal. Aparte, tiene usuarios tan importantes como Cerro Verde, Las Bambas, Antapaccay y Hudbay Minerals.
