
Chile, junto con Argentina y Australia, es uno de los principales actores mundiales del mercado del litio, y su posición en este mercado es expectante por el incremento en la venta de autos eléctricos y el desarrollo de baterías para artículos tecnológicos. Según estimaciones de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), recogidas por el diario El Mercurio, este país debería aumentar en 2021 su producción a 147.000 toneladas desde las más de 80.000 de 2017, debido a la ampliación de las faenas de extracción en el Salar de Atacama.
La tasa de crecimiento anual de las ventas de vehículos eléctricos se estima en 12,6%.
Los tecnócratas de Cochilco calculan que las exportaciones al 2021 del metal podrían alcanzar los US$1.470 millones. Para ese año, la demanda mundial proyectada llegaría a las 372.288 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), desde las 201.000 toneladas de 2016. La oferta mundial, en tanto, alcanzaría las 440.318 toneladas de LCE en 2021.
El litio, que no se transa como otros minerales sino que sus precios se negocian de manera directa, comenzó a ser usado para baterías a inicios de la década de 1990. Para el 2021, Cochilco espera que más de la mitad de la oferta de litio en el mundo se use como componente de baterías. Para la fabricación de autos, el uso de litio varía de entre 1,6 a 22,6 kilos.
La tasa de crecimiento anual de las ventas de vehículos eléctricos se estima en 12,6%, los cuales podrían alcanzar las 4,5 millones de unidades al 2021. Las principales fuentes de litio se encuentran en el denominado “triángulo del litio”, conformado por Argentina, Bolivia y Chile. Los salares ubicados en estos tres países acumulan más del 50% de las fuentes mundiales del metal.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)