
Uno de los sectores productivos más golpeados por la pandemia y el contexto externo en el Perú ha sido el petrolero. Carlos Gonzáles, gerente general de Enerconsult, sostuvo que son más de 10.000 los puestos de trabajo que se han perdido en el rubro de hidrocarburos en el año pero que la solución pasa por reflotar la industria con normas urgentes y voluntad política porque “tenemos que estar preparados para cuando se recupere el precio”.
A entender de Carlos Gonzáles, la agudización de la crisis petrolera en el Perú pudo haber sido menos intensa si se actuaba con celeridad y copiando incluso lo que otros países cercanos hicieron para proteger su industria petrolera. “En la mayoría de países se han adoptado medidas para evitar el colapso de la explotación petrolera. En el Perú no se ha adoptado ninguna medida específica para el sector petrolero”, refirió. “No podemos decir que somos un país petrolero. Estamos en emergencia petrolera”.

El sector petrolero peruano no necesita una medicina sino una farmacia entera. Reflotar el sector petrolero requiere de un conjunto de medidas que, juntas, tendrán un efecto positivo pero que, individualmente y a destiempo, solo prolongará la agonía de la industria. Una medida urgente, a juicio de Gonzáles Ávila, es la homologación del canon petrolero (basado en la producción), con el canon gasífero (respaldado en la renta), incluir en la nueva Ley General de Hidrocarburos medidas más flexibles para que quienes ya invierten lo sigan haciendo por décadas y fortalecer las funciones de Petroperú, entre tantas otras.
Perú produce actualmente 30.000 barriles de petróleo por día pero consume 250.000, en poco más dos años solo ha podido cristalizar un par de inversiones en exploración y explotación petrolera, mientras que sus reservas de petróleo han caído dramáticamente (de 741.2 millones de barriles en reservas probadas en 2013 a 344.5 millones en 2018), y las regiones reciben cada vez menos canon y el Estado cada vez menos regalías e impuestos del upstream. Sin embargo, su optimismo es prudente pues afirma que es muy probable que en los próximos años el precio no vuelva a niveles de US$140 el barril, como en 2015, pero tampoco se quedará en US$45, como lo es en la actualidad.
Recuperar la buena salud en la industria petrolera, para Carlos Gonzáles, es vital para reactivar una cadena productiva aún mayor y aprovechar las existentes infraestructuras como el Oleoducto Norperuano. “Si no se toman medidas con sentido de urgencia, el upstream en el Perú colapsará”, aseveró el especialista.
Autor: Energiminas (info@prensagrupo.com)