El desaprovechado cobre, metal que destruye virus y bacterias

El desaprovechado cobre, metal que destruye virus y bacterias

¿Usted sabe que el cobre nos protege contra varios virus y bacterias? El cobre es un potente agente bactericida, siendo un gran aliado para combatir enfermedades. Hoy en día muchos lugares como hospitales y escuelas revisten de cobre algunas superficies en sus instalaciones, logrando prevenir todo tipo de infecciones. Muchos lugares pero no todos. En 2008 las propiedades bactericidas del metal rojo y sus aleaciones fueron comprobadas por la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos).

El cobre reduce en hasta 58% las infecciones hospitalarias y su uso como revestimiento en ambientes sanitarios  ayuda a evitar contaminaciones. Según un estudio del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, el 80% de las infecciones se transmiten por contacto.

Investigadores de la universidad de Southampton (Reino Unido) descubrieron que este metal es extremadamente eficaz en la eliminación de los virus de la gripe (influenza), la familia de virus a la que pertenece la llamada gripe aviar. 

El profesor Bill Keevil y el Dr. Jonathan Noyce colocaron dos millones de unidades activas del virus de la influenza A (H1N1) en una lámina de cobre C11000 (lámina de metal puro) y otra de acero inoxidable S30400. Los virus no llegaron muy lejos en ninguno de los dos casos: 24 horas después, en la lámina de acero inoxidable, el número de virus se redujo a 500.000 unidades. Por su parte, en la lámina de cobre, todos los virus, excepto 500, quedaron inactivos sólo seis horas después, lo que supone una reducción del 99,9 por ciento. 

Los resultados de Keevil y Noyce son consistentes con nuevas investigaciones. El coronavirus que causa Covid-19 permanece activo sobre superficies, lo que permite infectar a personas, aunque el tiempo que sobrevive varía según el tipo de material: llega a los tres días en el plástico y dos días en el acero, ha revelado un estudio de varias instituciones y universidades de EEUU aparecida en el New England Journal of Medicine.

Además del plástico y el acero, los científicos (pertenecientes al Instituto Nacional de Salud, el Centro de Control de Enfermedades y las universidades de UCLA y Princeton), comprobaron la actividad de SARSCOV-2 en el cobre y el cartón. En el primero, este coronavirus permanece tres horas y el segundo 24 horas. 

El cobre por ejemplo, en tuberías, reduce la presencia de elementos patógenos presentes en el agua potable, pues no permite el crecimiento de microorganismos. Varios experimentos llevados a cabo para estudiar el comportamiento de virus y bacterias, como la polio, legionella, pseudomonas fruorecens, basillus subtilis, entre otros, confirman la propiedad antimicrobiana del metal rojo. En todos los casos, el cobre inhibió el crecimiento de nuevas colonias y redujo la presencia de los virus o bacterias en algunos casos hasta el 100%.

Generalmente, el agua potable está libre de elementos patógenos, pero es posible que virus, bacterias, hongos y parásitos se desarrollen en los sistemas públicos. Las tuberías de cobre son entonces una eficaz protección contra la presencia de estos organismos y la posibilidad de alguna enfermedad. El cobre no es un material poroso de manera que protege el agua de la contaminación por otros agentes.

En la arquitectura hospitalaria se recomienda también el uso de herrajes de bronce en puertas y escaleras (manijas, tiradores y pasamanos). El bronce, siendo una aleación de cobre, ayuda a la reducir la propagación de organismos patógenos. También es recomendable el uso de cobre o sus aleaciones (bronce, latón y plata alemana) en la arquitectura interior de edificios de alto tráfico, como el metro, instituciones públicas, museos, hoteles, restaurantes, entre otros, -en pasamanos, tiradores, manijas y mesones de atención-.

Está comprobado que el cobre es un elemento indispensable para el buen funcionamiento de nuestro organismo y que su carencia puede acarrear problemas de salud, que pueden llegar a ser muy graves. Ello porque cuando esta ausencia es generalizada produce la enfermedad de Menkes.

La enfermedad de Menkes se caracteriza por la falta de enzimas que permiten la absorción del cobre y su transporte al interior de la célula, lo que ocasiona la muerte prematura a las personas, dada la carencia de cobre en su organismo.

Para tratar esta última enfermedad, recientemente se han desarrollado en Australia, con el patrocinio de la Industria Mundial del Cobre, avances espectaculares en la terapia génica. Esto nos hacen abrigar esperanzas de contar con un remedio en los próximos años.

Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)