Dragado en proyecto Hidrovía Amazónica removerá arsénico en ríos, avisan ambientalistas

¿Es el proyecto Hidrovía Amazónica la mejor alternativa para el desarrollo de las poblaciones de las riberas? Representantes de diversas entidades ambientales e indígenas creen que el proyecto es antes perjudicial que beneficioso para las carreteras líquidas que conectan los pueblos de la selva peruana.

Mercedes Lu De Lama, representante de la Alianza Mundial de Derecho Ambiental (ELAW), dio a conocer el hallazgo de arsénico por encima de lo seguro para el ecosistema en 51 de 97 muestras de sedimento de los ríos que se dragarán con el proyecto Hidrovía Amazónica. “Tengamos en cuenta que con el dragado se vertiría 3 millones de metros cúbicos de material dragado a los ríos y que en más de la mitad de las áreas de dragado, este contiene un alto grado de arsénico, sustancia potencialmente tóxica y agente cancerígeno”, aseveró.

A dichas características se le suman dudas sobre los aspectos técnicos del proyecto. Diego Saavedra, especialista de Asociación Civil Derecho Ambiente y Recursos Naturales (DAR), explicó que la Hidrovía Amazónica preveía inicialmente un dragado en 13 zonas, lo que supone perforar el fondo de los ríos para permitir el paso de las embarcaciones. “Sin embargo, hasta la fecha no sabemos la cantidad ni ubicación exacta de estas áreas de dragado. El proyecto no considera que en los ríos existe todo un ecosistema de peces que pueden verse afectado”, aseveró.

Son 424 comunidades las que dependen del agua de los ríos pues usan directamente el recurso. Así lo señaló Jamner Manihuari, presidente de la organización indígena Corpi San Lorenzo de Loreto, que congrega a 26 organizaciones de base de la zona. “Los pueblos se sienten amenazados por este proyecto –sostuvo- ya que puede dañar la vida de nuestros hermanos, entendiendo que las comunidades no tienen servicios básicos ni contamos con agua tratada. Afectaría a pueblos indígenas e incluso a comunidades no indígenas”.

Durante la presentación “Hidrovía Amazónica: ¿qué revela el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto?”, organizado por DAR, Aidesep, Corpi SL, Elaw y la Coalición Regional por la Transparencia y la Participación, Manihuari también cuestionó que el proyecto no considere que el río es el principal sustento económico para las comunidades, quienes viven de la pesca. “Estaríamos tocando elementos vitales de la población indígena”, dijo.

“Nosotros vivimos de la pesca, de ello nos alimentamos e incluso pescamos para luego venderlo. Por ejemplo, los peces migratorios no tienen hora ni día. Están en continuo desplazamiento. ¿Se ha medido qué pasará con ello? Para nosotros, una hidrovía no genera ninguna oportunidad de bienestar. Este proyecto no tiene rostro humano porque no va a medir las consecuencias que va a tener nuestra población”, agregó Manihuari.

Para el presidente de la organización indígena Aidesep, Lizardo Cauper, el proyecto no respeta la cultura y el conocimiento de la comunidad que vive en la zona. “Nuestros sabios y ancestros están preocupados porque el proyecto implica dragados que no coindicen con lo que nosotros pensamos. Queremos un desarrollo sustentable y que beneficie a los pueblos indígenas, tomando en cuenta qué es lo que conocemos los pueblos indígenas. También estamos preocupados por los antecedentes negativos de la empresa china que forma parte del Consorcio”, agregó.

En el 2012 se aprobó el estudio de prefactibilidad de la Hidrovía Amazónica. Un proceso de consulta previa se realizó en el 2015, aunque la validez del EIA del proyecto está siendo analizada por el Senace.

Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)