
Patricia Díaz, gerente general de Contugas, empresa encargada de llevar el gas natural a las ciudades de Ica, ha logrado abastecer a más de 12,000 usuarios, 70 industrias, 500 comercios y 15,000 autos convertidos.
«Entrar a provincia no es sencillo, hay que enseñar la cultura del gas natural. Muchas personas temían que el gas natural fuese más peligroso que el GLP. Consideramos que, a niel domiciliario, aún hay mucho que cumplir para poder hablar de una masificación real», indicó.
Por su parte, Jorge Olazábal, gerente general de Cálidda, ha logrado conectar a más de 200 mil usuarios, 250 mil vehículos y 600 industrias.
«Vamos cerrando el círculo (de la masificación). Buscamos siempre darle una mayor calidad de vida a nuestros clientes, en consonancia con el significado de la masificación del gas natural», precisó.
En tanto, Alberto Marade, gerente comercial de Quavii, empresa responsable de llevar gas natural a siete ciudades del norte del Perú, especificó que actualmente tienen a 40 mil usuario, 25 comercios y 39 industrias, 20 de las cuales ya están consumiendo y pertenecen a sectores como la agricultura, pesca y mina.
«Tenemos más de 1,320 km de redes construidos, de las cuales 1,100 ya están gasificados. Asimismo, hemos invertido US$ 100 millones. Actualmente hacemos pruebas con una estación móvil de carga y pronto sumaremos dos más», resaltó.
Mientras que Gerardo Gómez, country manager de Naturgy Perú, resaltó sus 12,000 usuarios conectados, 6 plantas regasificadoras, 380 kilómetros de red y 15 industrias, de las cuales 14 ya se encuentran consumiendo gas natural.
Mario Nicolini, gerente general de la consultora Redland, analizó que el tema legal en la distribución de gas natural está «más o menos» bien estructurada, pero que aún hay asuntos por resolver para perfilar de mejor manera la masificación del combustible.
Retos para la masificación
Las empresas de distribución de gas natural coindicieron en que las barreras burocráticas en los Gobiernos regionales y locales impiden el avance de la masificación en los tiempos establecidos, y que se debe evitar la sobrerregulación para establecer un marco normativo que fomente la seguridad y competitividad del sector.
Asimismo, solicitaron que el FISE (Fondo de Inclusión Social Energético) no solo debe aplicarse en Lima, sino también en provincias, a fin de que el gas natural llegue a más personas de bajos recursos.
Por otra parte, detallaron que debido a la falta de infraestructura de transporte, se crea un desequilibrio en las tarifas de gas natural haciendo que los usuarios de Lima paguen mucho menos que los de provincias.
Igualmente, destacaron que la exclusividad en las zonas de concesión es muy importante para las distribuidoras y que sin incentivos no hay posibilidades de que el mercado industrial cambie de combustibles.
«Cuando a uno se le otorga una concesion, uno asume una serie de riesgos: el primero de ellos es el precio internacional del combustible y el riesgo de tiempo. Al margen de todo ello, creo que acá podrían solucionarse las cosas con el tema de la tarifa unica de distribucion, eso haría que el sector de distribución sea mucho más competitivo», mencionó el gerente de Redland, Mario Nicolini.
Provincias pagan más por gas natural
Finalmente, Gustavo Navarro, socio director de Gas Energy Latin América en Perú, advirtió que actualmente las regiones pagan el doble por la molécula de gas natural respecto a lo que se paga en Lima.
«La industria en las provincias no va a poder competir sino hacemos una correccion. Lima tuvo garantía para el transporte y líneas de distribucion, también tuvo gas gratis para las primeras 100 mil conexiones y n precio cero para la molécula de gas. Lima tiene el subsidio del FISE. Nada de eso se aplica en provincias. Seguimos priorizando el crecimiento de lima y no de las provincias», enfatizó.