
La organización del país vecino Procobre Chile estimó que la electromovilidad aumentará fuertemente la demanda de cobre en los próximos 10 años, debido al empuje de la electromovilidad. Según la entidad, citada por el portal Economía y Negocios, “si durante el 2017 se ocuparon 185.000 toneladas de cobre en el ámbito de la electromovilidad, se estima que para 2027, solo diez años más, la demanda se incrementará nueve veces, llegando a 1,7 millones de toneladas”.
“Y las proyecciones pueden ser mucho mayores dado el vertiginoso desarrollo de la electromovilidad, tanto en Chile como en el mundo”, destacan desde la organización, dedicada a la promoción del uso del cobre. Procobre es una de las entidades que firmó ayer miércoles un compromiso por el desarrollo de la electromovilidad con autoridades de Gobierno chileno.
“El nuevo compromiso de Procobre en este acuerdo público privado por la electromovilidad es aportar, además, en el desarrollo de normas y regulaciones de seguridad para cargadores de vehículos eléctricos en instalaciones residenciales, comerciales y espacios públicos. Es la base para lograr que los sistemas de carga tengan elevados estándares de seguridad y eficiencia”, explicó Marcos Sepúlveda, director ejecutivo de Procobre, siempre según el medio arriba citado.
Datos globales sostienen que mientras un vehículo convencional tiene 23 kilos de cobre, uno eléctrico llega a los 83 kilos y casi el 50% está en la batería que lo propulsa. En el caso de un bus, supera los 300 kilos de cobre. Además, los cargadores para estos vehículos llegan a utilizar hasta 9 kilos en su equipamiento, sin contemplar los metros de cable de cobre para conectarse a la red.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)