
La idea surgió inicialmente como un proyecto universitario en la clase de un ingeniero nuclear (Dennis Whyte) y tras 3 años de trabajo, el 5 de septiembre científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT en inglés) y la empresa emergente Commonwealth Fusion Systems (CFS) lograban crear un gran electroimán superconductor de alta temperatura con una intensidad de campo magnético de 20 teslas: el campo magnético más poderoso de este tipo jamás creado en la Tierra.
«La fusión es en muchos sentidos la fuente de energía limpia definitiva», explica Maria Zuber, vicepresidenta de investigación y profesora de geofísica en el MIT. «La cantidad de energía disponible es realmente revolucionaria», continúa. «El combustible empleado en la energía de fusión procede del agua y la Tierra está llena de agua. Es un recurso casi ilimitado, solo tenemos que descubrir cómo utilizarlo». Este logro allana el camino para la tan buscada creación de centrales libres de carbono.

«Es un gran momento», añade Bob Mumgaard, director ejecutivo de CFS. “Ahora tenemos una plataforma científicamente muy avanzada debido a las décadas de investigación en estas máquinas, y también comercialmente muy interesante, lo que no permite construir dispositivos más rápido, más pequeños y a menor coste». «Hace tres años anunciamos un plan para construir un imán de 20 teslas, que es lo que necesitaremos para las futuras máquinas de fusión», añade Mumgaard.
La fusión nuclear es el proceso que impulsa al sol. Sin embargo, se trata de un proceso en el que se obtienen temperaturas muy superiores a las que podría soportar cualquier material sólido conocido, motivo por el cual se hace necesario capturar y contener un material susceptible de alcanzar temperaturas de 100.000.000 ºC. El combustible empleado en la energía de fusión procede del agua y la Tierra está llena de agua. Es un recurso casi ilimitado, solo tenemos que descubrir cómo utilizarlo.
Esta demostración exitosa ayuda a resolver la mayor incertidumbre científica en cuanto a la búsqueda para construir la primera planta de energía de fusión del mundo que pueda producir más poder del que consume, dicen los líderes del proyecto del MIT y la emergente CFS. Este es un gran avance para la creación de una nueva generación de centrales eléctricas prácticas, económicas y libres de carbono.
La principal innovación en el diseño de fusión del MIT-CFS es el uso de superconductores de alta temperatura, los cuales permiten generar un campo magnético mucho más potente y en un espacio más pequeño. Este diseño fue posible gracias a un nuevo tipo de material superconductor disponible comercialmente desde hace unos años.
El desarrollo de este nuevo imán estaba considerado el mayor obstáculo, pero ahora que lo han logrado, los científicos se encaminan a la construcción del primer dispositivo de fusión del mundo capaz de crear y confinar un plasma que produce más energía de la que consume, y que bautizado como SPARC, su finalización está programada para el año 2025.
«Los desafíos de lograr la fusión son tanto técnicos como científicos», relata Dennis Whyte, director del Plasma Science and Fusion Center del MIT. «Pero una vez que se pruebe la tecnología» dice, «será una fuente de energía inagotable y libre de carbono que se puede implementar en cualquier lugar y en cualquier momento. Realmente se trata una fuente de energía fundamentalmente nueva».
Autor: Energiminas (info@prensagrupo.com)