Antes de la aparición  de la covid-19 en el Perú, la empresa candiense Bear Creek Mining, que trabaja en el desarrollo del proyecto de plata Corani, en Puno, culminó las obras civiles de la subestación eléctrica de Antapata, infraestructura importante para la empresa dado que desde allí se generará la energía para la población local como parte de su política de responsabilidad social.

Ahora comunicó Bear Creek Mining, en un comunicado de su desempeño trimestral, que han reiniciado las obras en julio, con el montaje de la infraestructura de acero y la instalación de equipos eléctricos, y ahora la compañía espera tener lista la subestación eléctrica a fines de 2020.

El proyecto de plata, plomo y zinc Corani, de propiedad 100% de Bear Creek Mining, consta de trece concesiones mineras que cubren aproximadamente 6,000 hectáreas. Corani es un proyecto de más de US$500 millones y cuyo cierre financiero sigue en marcha.

La compañía está en proceso de organizar una línea de crédito garantizada senior y evaluar otras alternativas de financiamiento para financiar el desarrollo del proyecto Corani. 

Bear Creek continúa además con los trabajos de ingeniería y las iniciativas de preconstrucción. La compañía ha implementado medidas para mitigar el riesgo de infección por covid-19. La empresa admite que no puede predecir aún el impacto que este virus tendrá en sus planes de negocio.

En el primer semestre de este año, la organización ha invertido un total de US$4.2 millones en Corani.  Estos gastos incluyen ingeniería de detalle, logística y suministros, actividades de contribución comunitaria, sueldos y consultoría, y otros.

La compañía redujo también sus actividades de exploración durante los últimos años para preservar el efectivo y centrarse en el desarrollo de Corani. La compañía mantiene un “personal de exploración básico”.