Tras la puesta en veremos con el proyecto Tía María, de US$1,400 millones, suspendido por las protestas en Arequipa y ahora en manos del Consejo de Minería, la minera Southern Copper ha decidido aprovechar otros vientos y corregir el rumbo: una alternativa que gana impulso dentro de la empresa es ampliar la operación Cuajone, en Moquegua.
Fuentes internas de la compañía de Grupo México revelaron que se evalúa con mucha seriedad expandir la capacidad de producción de cobre de Cuajone luego de haber comprobado lo bien que ha salido la ampliación de US$1,300 millones de su otra operación, Toquepala.
Luego de más de medio año, la concentradora II de Toquepala ha logrado alcanzar y mantenerse en un ritmo de producción de 60,000 toneladas de molienda de mineral por día (su valor nominal), con recuperaciones de cobre por encima del 88%, indicó Southern Copper. Hoy Toquepala procesa en total 120,000 toneladas de mineral por día.
Lo mismo esperan los de Southern para la operación Cuajone, de aprobarse el proyecto. Cuajone es una mina de cobre a cielo abierto ubicada en el distrito de Torata, provincia de Mariscal Nieto, departamento de Moquegua.
Aunque aún no han trascendido los montos de inversión ni tampoco el aumento de la capacidad (si será el doble, como en Toquepala, o acaso un número mayor), lo cierto es que la opción está siendo evaluada aunque aún no tiene aprobación del directorio de la empresa.
El objetivo de Southern es aumentar su volumen de producción de cobre a 1.5 millones de toneladas en 2025 mediante el desarrollo de nuevos proyectos.
El mundo demanda actualmente 23.5 millones de toneladas de cobre refinado anualmente y necesitará muchas más en el futuro. Estimados conservadores sostienen que la demanda del metal rojo superará los 28 millones en 2030 y los 30 millones en 2040. Para Raúl Jacob, vicepresidente de Finanzas de Southern Copper, este es un escenario más que plausible para la industria del cobre mundial, y la empresa no quiere perder la oportunidad de situarse como uno de los más grandes jugadores mundiales.
Los fundamentos señalan que la electromovilidad y las energías renovables serán los trampolines del metal. Un coche eléctrico usa cuatro veces más cobre que uno convencional y además tanto las plantas solares como eólicas necesitan de un conductor como el cobre.
Southern tiene entre manos el desarrollo de proyectos como Michiquillay (Cajamarca) y Los Chancas (Apurímac) para conseguir una producción cercana a la de la chilena Codelco en los próximos años.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)