
Pestañear en la oficina en horas de trabajo es frecuente y hasta tolerable por muchos. Hacer lo mismo frente al volante de un camión de millones de dólares, pesado como una ballena cuando está sin carga y pesado como decenas de ellas cuando lleva en la tolva cientos de toneladas de mineral, es una locura. Una locura carísima y potencialmente fatal que Antamina se ha desafiado a no sufrir.
Compañía Minera Antamina acaba de hacer una inversión crucial para su operación polimetálica situada en la región Áncash, pensada para matar dos pájaros de un tiro: aumentar la productividad y elevar los indicadores de seguridad y bienestar entre sus trabajadores.
Hoy que escribimos estas líneas, la alta dirección de la compañía, controlada por BHP, Glencore, Teck y Mitsubishi, ha instalado un programa que mide la fatiga en los operadores de camiones mineros. El sistema desarrollado por la empresa GuardVant se ha instalado en cincuenta camiones de acarreo de la operación y la fuente familiarizada con el asunto revela que los camiones restantes contarán con el mismo sistema de medición de fatiga en tiempo real. Actualmente, los dispositivos para el resto de camiones mineros de Antamina están en el puerto del Callao, siendo desaduanados en estos precisos instantes. De modo que antes de que culmine el año, los 120 camiones mineros con los que cuenta Antamina contarán con este esencial sistema para la seguridad y el aumento de la producción. La inversión se mantiene en reserva.
El sistema desarrollado por la empresa GuardVant se ha instalado en cincuenta camiones de acarreo de la operación hasta el momento.
Antes de tomar la decisión, Antamina probó la tecnología por un período de ocho meses. Esta prueba piloto comenzó este año. Hace dos meses instalaron los primeros sistemas en cincuenta camiones mineros.
El dispositivo, a grandes rasgos, cuenta con una tecnología que detecta microsueños, popularmente conocidos como cabeceos.El sistema operativo que registra los movimientos faciales y oculares. El sistema computarizado alerta tanto al conductor como a la sala de control cuando un evento de fatiga acontece.
La fatiga
La fatiga y la distracción, usuales en el mundo, se convierten en amenazas para las operaciones mineras. Un trabajador cansado es un riesgo muy alto que las mineras no quieren asumir. Un trabajador que se distrae mucho significa también un elevado peligro, que equivale a lanzar los dados.
La ciencia señala que una persona que no ha dormido en 18 horas tiene el mismo nivel de atención que una con 0.05% de alcohol en su sistema sanguíneo. Ahora bien, los niveles de atención declinan abruptamente en una persona que no ha dormido en 24 horas. Una persona en estas circunstancias tiene los sentidos tan alterados como una con 1% de alcohol en la sangre. De modo que una persona que no duerme bien constituye un riesgo para sí misma y para los demás. La fatiga es una de las más usuales causas de accidentes laborales en el mundo. Y también en la minería.
El sueño
Para el común de las personas, el sueño es un misterio. Para la ciencia, no. Actualmente pasamos más de un tercio de nuestras vidas durmiendo (según Eduard Estivill, uno de los especialistas en el sueño más famosos de Europa, desde la aparición de la luz eléctrica, la humanidad ha perdido una hora de sueño cada noche).
Todas las lesiones sufridas durante el día se reparan durante la noche. A nivel químico, los que duermen bien presentan más melatonina en su organismo que los que pasan des nuits blanches. Lo mismo, se infiere, se podría suponer de los operadores de camiones mineros.
El problema de la calidad de sueño es universal. En el 2005, un equipo de investigadores de la Universidad de Atenas, en Grecia, hizo una encuesta a más de 35 mil adultos, de 10 países, para averiguar sus hábitos al dormir y el nivel de su calidad de sueño. La investigación se llama HOW DO INDIVIDUALS SLEEP AROUND THE WORLD? Se encontró que el 12,4% de la población de Japón sufre de somnolencia diurna intensa severa, 6,2% en China, 14,3% en Brasil, 24,5% en Sudáfrica, 13,7% en Eslovenia, 7,2% en Alemania, 18,3% en Portugal, 12,7% en España, 17,5% en Bélgica y 9,2% en Austria. Si usted se queda dormido frente a la tele mientras la observa, frente al diario mientras lo lee o frente al semáforo mientras espera el cambio de luz, entonces la padece.
Apneas
Otro trastorno común durante el sueño son las apneas. Sabemos que está aconteciendo una cuando nuestra respiración se detiene por 10 o 20 segundos mientras dormimos, y nos desesperamos. Los que la han sufrido alguna vez la describen como una experiencia cercana a la muerte. Cuando sucede durante el sueño, el cerebro reclama y despierta al individuo, obligándolo a respirar de modo acentuado.
La apnea del sueño se agrava en la altura. Yvonne Nussbaumer-Ochsner y su equipo del hospital universitario de Zurich descubrieron que existe una relación directa entre el recrudecimiento de la apnea y la altura. En el Perú, uno de los que más ha investigado el tema es Jorge Rey Castro, graduado en Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Rey Castro es uno de los dos especialistas con acreditación en estudios de trastornos del sueño que existen en el país. Según Rey, el 70% de los que están en actividad en la minería en Perú provienen de la costa. Muchos de ellos, al ser expuestos a la altura, presentan cuadros de apnea centrales que no los dejan dormir. El problema de las apneas durante el sueño es muy serio. Durante un cuadro de apnea, la garganta se cierra, impidiendo el paso del oxígeno a los pulmones. Hasta el 2000 se pensaba que las apneas no eran mortales.
Así y todo, la apnea tarda en matarnos pero no la somnolencia. En el 2008, contó Daniel Jiménez de Medicina de Altura, se dio a conocer un estudio en el que se analizó 1,358 incidentes vehiculares en cuatro minas de tres países distintos por sobre los 3000 m.s.n.m. Se descubrió que el 70% de los siniestros fueron causados no por fallas mecánicas o incapacidad del conductor sino por somnolencia. Los accidentes fueron más frecuentes durante la noche que durante el día, por cierto.
El cuerpo necesita descansar. El cuerpo pide descansar (pero no ruega). Cuando dormimos, el centro de la lógica de nuestra computadora interna se apaga, y se apaga por una razón evolutiva: necesitará mantenernos alertas y muy razonables durante el día.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)