
El lunes pasado los precios del crudo cayeron hasta un 30%, luego que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no llegara a un acuerdo con Rusia sobre el recorte de bombeo y Arabia Saudita anunciara oficialmente un aumento de su producción.
Este desplome del precio del oro negro (que no se daba desde la Guerra del Golfo en 1991) ha provocado que diversos analistas internacionales prevean un impacto negativo en varias de las economías de los países de América Latina, según publicó la BBC Mundo en su web.
Según los entendidos, los países más afectados por el desplome petrolero en la región son Venezuela, Colombia y Ecuador, debido a que sus ingresos fiscales dependen directamente del valor de sus exportaciones de crudo.
La crisis de Venezuela se agudiza
En Venezuela, el 90% de las exportaciones son petroleras, lo que teóricamente hace del crudo el principal ingreso del país. «Las sanciones impuestas por Estados Unidos, la baja en la producción local y ahora la caída del precio en los mercados internacionales provocan una combinación letal para Venezuela», explicó Francisco Monaldi, experto en política energética latinoamericana y académico del Instituto Baker de la Universidad Rice, Estados Unidos.
Entonces, las arcas fiscales venezolanas recibirán aún menos ingresos, el país tendrá más dificultades para pagar las deudas contraídas con China y Rusia. «Ni siquiera le alcanzará para pagar los intereses», le dijo a BBC Mundo Antonio de la Cruz, director ejecutivo del centro de estudios Inter-American Trends e investigador del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con sede en Washington, DC.
Colombia crecería menos
En el caso colombiano, Daniel Pardo, corresponsal de BBC Mundo en dicho país, señaló que el impacto de la caída y la volatilidad del precio del petróleo será negativo, porque el crudo se ha convertido en la principal fuente de ingreso de divisas del país en las últimas dos décadas. «Casi la mitad de las exportaciones son derivados del petróleo. Por eso la caída del peso colombiano este lunes ha sido la más pronunciada de la región», agregó Pardo.
«Esto se da en un momento complejo para el presidente, Iván Duque, cuya aprobación en las encuestas, de alrededor del 20%, se ha deteriorado en los últimos meses», señaló el corresponsal del BBC Mundo en Colombia.
Si bien la economía colombiana fue de las que más creció el año pasado en América Latina debido al llamado boom de consumo, el aumento del dólar y un posible brote inflacionario pueden afectar significativamente este crecimiento.
«El presidente tendrá que ver por dónde recorta el gasto público o aumenta el ingreso fiscal para evitar que los déficit fiscal y comercial se pronuncien más de lo proyectado», explica Pardo.
La disyuntiva ecuatoriana
Por su parte, el gobierno de Lenín Moreno en Ecuador entrará en el dilema riesgoso de recortar el gasto público o endeudarse, debido a que el país necesita aumentar la producción para generar más ingresos, la principal razón que llevó al país a retirarse de la OPEP.
Sin embargo, con la caída de los precios del crudo, Ecuador queda entrampado en una situación compleja, por decirlo menos, puesto que, por un lado, tiene que cumplir con su programa de pagos de sus deudas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero, por otro, si recorta los subsidios o programas sociales, se arriesga a la inestabilidad política y social como ocurrió el año pasado con las protestas contra el gobierno.
Ciertamente, el presidente Moreno tendrá que decidir si su gobierno se endeuda o se ajusta, y asumir las implicancias políticas y económicas, según sea el caso.
Por otra parte, para México el desplome del petróleo es un golpe duro para empresa estatal Pemex (la petrolera más endeudada del mundo) y para los planes de inversión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, aunque no tendría consecuencias graves sobre las finanzas públicas, dado que el país ha diversificado sus fuentes de ingreso.
Asimismo, en otros países como Brasil y Argentina, que también son productores de petróleo, la caída del crudo no dañaría tanto las arcas fiscales, porque sus cuentas fiscales no dependen directamente del recurso.
Finalmente, hay un lado positivo del desplome del petróleo y para el resto de los países de la región que son importadores de petróleo, pues se verán beneficiados con los precios más bajos, una buena noticia en medio del caos financiero global por el coronavirus.
Autor: webmaster (mvegaplm@gmail.com)