Clara Quispe Salvatierra es la jefa de Recursos Humanos de Lincuna, empresa minera que desarrolla sus actividades en la región Áncash. La mina está ubicada en el distrito de Aija y su planta en el distrito de Recuay. Inició operaciones en el 2016 con autorización de producción de hasta 3,000 toneladas por día.

¿Cree que la minería peruana es un sector machista? ¿Por qué?

La inclusión de mujeres en el rubro minero es un tema en proceso de crecimiento. Sin embargo, si comparamos cómo estábamos hace 10 años, hemos logrado una importante evolución de la fuerza laboral femenina; hay mayor participación de mujeres en diferentes empresas mineras del país, demostrando que la capacidad y potencial no tienen que ver con el género. 

¿Qué hacer para impulsar la igualdad de oportunidades en la industria minera?

Debemos ser parte del cambio, enfocarnos en el talento, en los resultados y en la productividad, independientemente del género. Debemos participar de manera activa en la igualdad de oportunidades, equidad salarial e igualdad de condiciones; hay trabajo por hacer en el sector pero, estamos avanzando. Si trabajamos en conjunto, podemos conseguir que los prejuicios sean abatidos y no sean limitantes y aportantes a la discriminación por género.  

¿Qué le recomendaría a las mujeres que quieren también dedicarse profesionalmente a la actividad minera e industrias conexas?

Creer y confiar en nuestro potencial. Con confianza, organización, optimismo y fuerza podemos lograrlo todo. Considero que el rubro minero es uno de los más demandantes, pero también estoy segura que las mujeres somos capaces de ejercer cualquier labor y sobrellevar cualquier adversidad.  Este rubro es uno de los más importante en nuestro país, está conformado por gente apasionada por lo que hace, personas que quieren generar valor y ser parte de un país con igualdad de oportunidades y las mujeres no debemos dejar de ser parte de él.