El director ejecutivo de Anglo American en Perú, Tom McCulley, ha hablado en contadas ocasiones con los medios y aparecido en muy pocos videos institucionales. Pero esta vez lo ha hecho para explicar que, durante la cuarentena, debió tomar la decisión de trasladar a 8.000 personas, asentadas en el campamento de Quellaveco, proyecto minero en construcción, en Moquegua, fuera de este “sabiendo que sería muy difícil proteger a todos en la operación”.

No obstante, para mantener vigiladas las actividades más críticas de la operación (el túnel para el agua del río Asana, las estructuras a medio edificar, la presa…), explica el ejecutivo que tuvieron que permanecer en Quellaveco alrededor de 2.000 trabajadores.

Uno de los mayores desafíos del ejecutivo fue el figurarse cómo se realizaría la transición entre las personas en Quellaveco, que permanecieron en actividad por 40 días, y los trabajadores que los reemplazarían. “Y esto incluía los protocolos de pruebas que instalamos en la operación”, dijo.  “Y luego dejamos que la ciencia dicte los procesos”. 

De modo que cada decisión de Anglo en Perú se tomó siemprea con base en una recomendación científica contrastada y secundada por médicos para determinar la mejor manera de realizar los testeos y mantener a salvo el campamento de Quellaveco

Anglo American ha reforzado sus protocolos de seguridad biosanitarios en Quellaveco con la aplicación de pruebas moleculares a todos los trabajadores antes de que se embarquen al proyecto a cumplir sus labores de construcción.

Quellaveco tiene establecido un programa que contempla evaluaciones médico clínicas y una prueba rápida antes de trasladarse al proyecto, al que se suma la toma de una prueba molecular. En tanto se esperan los resultados de dicha prueba, los trabajadores permanecen en aislamiento en hoteles especialmente acondicionados para ello, en sus lugares de embarque. Solo aquellos que sean considerados aptos en la evaluación médica y cuyas pruebas rápida y molecular hayan arrojado resultados negativos, podrán ingresar a Quellaveco.

En paralelo, la empresa aprovecha los cambios de turno de personal para, en el espacio de tiempo en que sale un grupo de trabajadores e ingresa otro y los campamentos quedan sin gente, proceder con la limpieza y desinfección profundas de las instalaciones.