Biolantánidos, «ore sorting», Inmaculada: conversamos con Ramón Barúa, de Hochschild Mining

Biolantánidos, «ore sorting», Inmaculada: conversamos con Ramón Barúa, de Hochschild Mining

La búsqueda de la excelencia conlleva riesgos. Hochschild Mining Plc los asume casi con agrado. De ser una de las empresas con más años en el Perú, busca ahora convertirse en una con más futuro, aventurándose, con optimismo disciplinado y como un hombre con solo una vela en noche cerrada, en terreno conocido por la potente China y desconocido por Latinoamérica. En octubre de 2019 anunció Hochschild la adquisición total de Biolantánidos, un proyecto de tierras raras en Chile. Las tierras raras son esenciales como componentes para los dispositivos tecnológicos de última generación y el avance de los vehículos eléctricos, turbinas eólicas y motores de drones. En el depósito Biolantánidos, Hochschild sostiene que hay una alta concentración de disprosio, terbio, neodimio, praseodimio y otros. Ramón Barúa, vicepresidente de Finanzas y responsable por Innovación de la minera que cotiza en la Bolsa de Valores de Londres, refiere que estos metales son las joyas de la corona entre las tierras raras. Con todo, Biolantánidos, además de una apuesta empresarial, es una declaración de principios y un reconocimiento tácito de que el mundo ha tomado una marcada dirección hacia lo enchufable, lo recargable y lo digital. El mundo será eléctrico o no será. Hochschild es progresista y conservador al mismo tiempo. Progresista porque es la primera minera peruana en optar por tierras raras y conservadora porque el oro y la plata serán sus caballos de batalla por un muy largo tiempo. La empresa busca con tesón y muy seriamente implantar mejoras tecnológicas en sus operaciones mineras de metales preciosos y cree haber encontrado la llave: el ore sorting. De todo esto hablamos con Barúa, quien debió de darle esta entrevista a otro medio, pero terminó finalmente hablando con Energiminas. Qué cosas. Esta entrevista aparece en nuestra edición digital.

¿Por qué el interés de Hochschild, una empresa tradicionalmente vinculada a los metales preciosos, en las tierras raras?

Quisiera empezar por decir que nos encantan los metales preciosos y anticipamos que el oro y plata serán, tal como ahora, muy demandados en el futuro. Sabemos que los agentes del mercado están siempre muy preocupados por el respaldo fiduciario de las monedas, principalmente el dólar, y sabemos que el oro y la plata son metales de refugio,  mucho más en un contexto como este del coronavirus, caracterizado por elevados estímulos fiscales. El enfoque de la compañía es buscar estos metales en el Perú y en otros países de América, región en la que queremos desenvolvernos como empresa. 

Pero hemos notado que hay una serie de tendencias muy marcadas en el mundo y una de ellas es la electrificación, el mundo va en busca de un entorno más ecoamigable, sustentado en nuevas matrices de energía. Hace tres o cuatro años, en una de nuestras reuniones de planeamiento estratégico, nos preguntamos qué metales serán demandados en un contexto eléctrico y de autos enchufables. Sabemos que el litio, el cobalto y el níquel están muy ligados a las baterías, pero también que hay necesidad de otros metales, como es el caso de las tierras raras, conformadas por 17 elementos de los cuales cuatro se comportan como magnetos permanentes. Es por esta propiedad magnética que dichos elementos son incluidos en la receta de un motor eléctrico de alta eficiencia, pues el proceso motriz mejora y el alcance de la batería se prolonga. El mercado de tierras raras está dominado por China pues allí se encuentran precisamente  grandes depósitos de arcillas iónicas, lo cual les permite una ventaja competitiva desde la raíz.

En Hochschild buscamos estos mismos yacimientos fuera de China y encontramos una oportunidad única, un depósito de arcillas iónicas situado en Chile, país que por supuesto conocemos bien pues tenemos proyectos de exploración allí. Entonces nos subimos a un avión y visitamos el depósito, nos gustó mucho porque tiene las tierras raras pesadas que buscábamos y estas podían ser explotadas de manera ambiantalmente responsable. Sabemos que requerirá un proceso de minado extremadamente sencillo, y me atrevería a decir que ni siquiera es un minado propiamente dicho, el proceso será más parecido al de una simple cantera dado que las tierras raras están muy cerca de la superficie y el material es de facil manejo. El proceso metalúrgico también es sumamente sencillo y sin utilizar químicos contaminantes. Nuestra idea con este proyecto es presentarnos como una alternativa de suministro de estos importantes metales a China. Nuestro proyecto de tierras raras, creemos, es económica, ambiental y geopolíticamente atractivo.

¿Ya comenzaron las pruebas de equipos en Biolantánidos o el COVID-19 ha sido un impedimento? 

Ya hemos logrado hacer varias pruebas de equipos, estamos avanzando. Dado que estos yacimientos y la tecnología vinculada a ellos solo existe en China (y este país es receloso con su información dado que el proceso de explotación de tierras raras allí es un secreto de estado), nosotros hemos tenido que empezar casi desde cero, partiendo incluso de pruebas metalúrgicas y su posible optimización, y luego averiguando cuáles son los equipos que se adecuan a la explotación de un yacimiento como este. Hemos recurrido a distintos proveedores para estudiar cuál es la mejor opción. 

Desde Chile, felizmente antes de la cuarentena, logramos traer al Perú algunos embarques de muestras de Biolantánidos, de modo que hemos podido ejecutar muchas pruebas de equipos aquí en el país, y los resultados han sido muy satisfactorios. Como repito, la metalurgia es muy sencilla en el caso de las arcillas iónicas.

Biolantánidos, el proyecto de tierras raras de Hochschild Mining.

Si explotar tierras raras es “como hacerlo en una cantera”, infiero que los equipos que usarán en Biolantánidos son los usuales para minería de superficie.

En cuanto al proceso metalúrgico, son equipos sencillos: agitadores y filtros esencialmente.  Con respecto al minado, el proceso será muy simple pues hablamos de una minería en superficie de terrenos arcillosos y no requerirá de explosivos, por ejemplo. El trabajo en la cantera consistirá en remover probablemente los primeros veinte o veinticinco metros de arcillas. En Biolantánidos, la superficie está ocupada principalmente por bosques artificiales: sembrados por empresas forestales en Chile,  con las cuales ya tenemos un acuerdo. Entonces el trabajo consistirá en trasladar las arcillas a la planta y procesarlas. Permíteme especificar que el químico que utilizaremos es el sulfato de amonio, que es para todos los efectos un fertilizante. No obstante y a pesar de ser un químico que no es nocivo, lo retiraremos de las arcillas antes de regresar estas a la cantera, que luego será recubierta con una capa de topsoil para volver a revegetar. El ciclo productivo de Biolantánidos será muy sano, muy eficiente, muy ambientalmente amigable. En el proceso utilizaremos principalmente agua recirculada.

Entonces, ¿los costos asociados al acarreo serán los más altos?

Pues creemos que sí; este yacimiento es de relativamente baja ley, lo que nos obligará a mover volúmenes importantes de tierra. El acarreo de la cantera a la planta, y en sentido contrario, intuyo que será el costo más relevante de entre todos los de nuestro proyecto.

¿Cómo avanza el proceso de los permisos? Sabíamos que era una de las tareas pendientes.

Es correcto, y estamos avanzando aceleradamente. Trabajamos sobre los procesos de permisos que inició el dueño anterior, Minería Activa; en otras palabras, nosotros hemos continuado con los avances logrados por la anterior empresa. Hemos recibido preguntas de los stakeholders (grupos de interés) de la zona y tenemos hasta fines de este año para contestarlas y estoy seguro que podremos responderlas antes de fin de año.

Sin embargo, solo encontrar el proyecto les ha tomado cuatro años…

Es correcto, esta inversión surge de un trabajo previo muy detallado en el que participaron muchos profesionales expertos. Partimos por inferir que aumentará la demanda por autos eléctricos en el mundo, pero no es esta la única tendencia. Otras tendencias que veremos incluyen el desarrollo de la tecnología de almacenamiento de energía, la digitalización, la búsqueda de mejores aleaciones metálicas y el incremento del uso de dispositivos electrónicos en el planeta, entre otras. Y bueno estudiamos cuáles serán los metales más requeridos para ello y en dónde podría generarse un déficit en el suministro de estos, y determinamos que, efectivamente, luego de una larga búsqueda, la mejor opción eran las tierras raras. Estamos muy satisfechos con este proyecto, hemos seguido un proceso metodológico estrictamente ordenado para llegar a la conclusión de que Biolantánidos es beneficioso para Hochschild. De allí que nos animáramos a desviarnos un poco de nuestro eje principal que son los metales preciosos para apostar por una serie de metales en los cuales también confiamos para el mediano y largo plazo.

Sé que me anticipo y mucho, ¿pero cuánta inversión necesitará Biolantánidos para ponerse en marcha?

Nosotros pensamos que el capex no será muy significativo si lo comparamos con inversiones para proyectos de oro y plata. De nuevo, quisiera enfatizar que el minado y el proceso metalúrgico serán sencillos. La idea es producir un concentrado de tierras raras, y calculamos que el capex inicial podría ser del orden de los US$50 a US$60 millones en una primera etapa. Sin embargo lo atractivo del proyecto es que nos permite adoptar una estrategia de crecer modularmente. Dicho de otro modo, si nuestro producto es altamente demandado, podríamos tomar la decisión de construir un segundo módulo con casi la misma inversión para así duplicar la producción. En nuestras concesiones hay espacio para varios módulos pero todo dependerá del apetito del mercado por nuestros productos.

Otro frente interesante es este: te he contado que nos enfocamos en el minado y procesamiento para obtener un óxido de tierras raras. Sin embargo, en este tipo de industrias hay toda una oportunidad para integrarnos verticalmente y más adelante trabajar en las aleaciones y los magnetos mismos necesarios para los motores. Se nos abre pues una puerta para ir más allá de la minería e investigar las tecnologías que las tierras raras requieren para convertirse en un producto final. Nos encanta la idea de participar en desarrollar tecnologías innovadoras que van a tener un impacto en la creación de un mundo mejor.

Pues mucha suerte con el proyecto de Biolantánidos. Ahora bien, en cuanto al ore sorting y Tomra y Steinert. ¿Cómo se animaron a probar esta tecnología para sus operaciones mineras?

Bueno, ambas empresas, tanto Tomra como Steinert, dos empresas alemanas, vienen utilizando mucho estas tecnologías aplicadas a otro tipo de industrias: la de la fruta, la de los granos.  En minería se utiliza en diamantes y desmonteras, pero no se había utilizado de manera intensa para tratar mineral run of mine, para el que proviene directamente del depósito minero, es decir minerales complejos, y esto porque los sensores y algoritmos de la tecnología de estas empresas aún no están preparados para estas situaciones. Entonces lo que hemos hecho es crear un equipo independiente de nuestro equipo de operaciones, liderado por Augusto Barton, gerente de Innovación de Hochschild, graduado en el MIT y antiguo empleado de Tesla,  e integrado además por profesores y alumnos de la UTEC; comenzaron por analizar los sensores y algoritmos de Tomra y Steinert para mejorarlos y optimizar su aplicación para minerales complejos. Te adelanto que hemos concluido el estudio de prefactibilidad y estamos contentos con los resultados obtenidos, y estamos entrando ahora a una etapa de pilotaje. Trabajamos con Ausenco para elaborar la ingeniería de la planta piloto. En conclusión, juntar el talento operativo que ha acumulado la empresa durante décadas con profesionales que vienen de otras industrias tecnológicamente muy competitivas y con profesionales académicos de primer nivel creo que es una receta para desarrollar proyectos de innovación exitosos.

¿La planta piloto se usará en Perú? Tenía entendido que habían realizado una prueba piloto en Brasil.

Hemos estado utilizando los equipos que tiene Steinert en Brasil, es verdad, pero esta planta diseñada por Ausenco la armaremos en Inmaculada, en Ayacucho. Allí experimentaremos en tiempo real con el mineral de Inmaculada. Creemos que nos dará más luces este procedimiento, además de evitarnos el problema logístico de trasladarnos una y otra vez a Brasil. Además creemos que esta planta piloto podrá convertirse en la estructura sobre la cual nos apalancaremos si finalmente tomamos la decisión de construir una planta más amplia en Inmaculada.

¿Y cuándo se construirá esta planta? Y otra curiosidad: ¿se utilizará el mineral de las vetas Millet y Divina para las pruebas?

La decisión de construir la planta piloto está tomada , hemos arrancado con la ingeniería y ya estamos en contacto con los proveedores para los equipos. La ingeniería a nivel de factibilidad debería estar lista en un mes (esta entrevista se realizó el 24 de junio) y la ingeniería debería ser concluida hacia principios de diciembre, por lo que calculamos que en un plazo de año o año y medio deberíamos tener esa planta operando. Obviamente, el cuello principal serán los permisos y por tanto estamos iniciando la solicitud de estos para poner instalar la planta en Inmaculada.

Efectivamente, utilizaremos principalmente las vetas Millet y Divina, además de otras que ya están apareciendo en Inmaculada. Si logramos dominar la tecnología de ore sorting, daremos un salto cualitativo en nuestros procesos. Anticipamos que esto podría tener un impacto positivo en nuestros costos productivos.

Inmaculada, la operación más moderna de la empresa, prepara cambios tecnológicos.

¿Ese impacto positivo será del orden de los US$50 millones o más?

No lo sé exactamente, dependerá de la cantidad de mineral que procesemos, pero ciertamente habrá un abanico de beneficios como un mejor aprovechamiento de métodos de minado masivos y también nos permitirá separar el material estéril antes de que ingrese a la planta, pues esta procesará, y esa es la intención, solo el mineral con mayor contenido de metales preciosos. Y la tecnología de ore sorting tendrá además otra ventaja: se dispondrá de mayor espacio en la presa de relaves, una infraestructura que cuesta mucho dinero construir o ampliar cuando es necesario. Por tanto, el número que tú mencionas es absolutamente real, posible,  y yo pienso que podría ser mayor incluso si seguimos explorando en Inmaculada y encontrando vetas para el ore sorting.

Inmaculada es la mina más moderna de Hochschild. ¿Si resulta esta innovación aquí, será luego replicada en las otras minas de la empresa?

Por supuesto, y te digo más: ya están en cola, nos presionan para que vayamos y hagamos pruebas con los minerales. Obviamente nos gustaría complacerlos, pero estamos haciéndolo lo más rápido que podemos. Pero tienes  razón, incluso podríamos considerarla para la mina Arcata, actualmente en suspensión y mantenimiento. Finalmente, se trata de una tecnología que, bien entendida, podría poner en valor yacimientos que hoy están descartados desde el punto de vista económico.

En Canadá hay una mina totalmente eléctrica y subterránea. Ustedes son subterráneos pero no totalmente eléctricos. ¿Apuntan a ello?

Bueno, si analizas nuestro consumo de energía, somos ampliamente eléctricos y te explico el porqué. Nuestro minado es bastante selectivo: vetas subterráneas de alta ley. Nuestras plantas procesan bajos volúmenes pero de alta contenido metálico. Nuestro consumo de energía es relativamente bajo, y lo consume principalmente la planta, conectada al SEIN. Solo nuestros equipos subterráneos usan diésel. Pero coincido con tu comentario, pues si lo que buscamos es la excelencia, el siguiente paso debería ser reemplazar los jumbos y scoops por aparatos eléctricos que no generen gases dentro de la mina, y eventualmente poder ahorrar en el bombeo de aire, en el costo de la ventilación interna. Ciertamente estudiamos ese escenario y hemos iniciado conversaciones con proveedores que tienen equipos eléctricos, y no me sorprendería que muy pronto comencemos a probarlos también.

Buenaventura avance con su tendido de fibra óptica. ¿En Hochschild la estrategia es parecida? ¿Han comenzado con el tendido de fibra óptica? ¿Han concluido? ¿La necesitan?

Al interior de la mina tenemos fibra óptica y estamos interconectados entre nuestras operaciones también, entre Selene e Inmaculada. Selene es la planta que procesa los minerales de nuestra otra unidad Pallancata. Ahora trabajamos en conectar Selene con el distrito de Cotaruse, para conectarnos con la red nacional para poder, desde Lima, acceder a nuestras operaciones subterráneas de forma remota con una infraestructura de alto rendimiento. Nuestra planta está totalmente automatizada y la mina es ahora el siguiente reto. Ahora venimos trabajando en un proyecto para la digitalización de todas nuestras actividades al interior mina dado que ya contamos con fibra óptica. El propósito no es otro que reducir los ciclos de minado, mejorar la seguridad de nuestros trabajadores y aumentar la productividad.

¿Qué ha cambiado el COVID-19 o cambiará en Hochschild Mining en cuanto a tecnología e innovación?

Creo que nos obligará a ser más eficientes y responsables en todos los aspectos de nuestra empresa, incluida la gestión de la salud de nuestros colaboradores. Debo admitir que la pandemia nos ha abierto los ojos en varios frentes: por ejemplo, en lo rápido que nos hemos podido adaptar a la situación pues tenemos una buena parte del equipo de Hochschild trabajando desde casa, logro que se sostiene gracias a nuestra plataforma tecnológica. Hemos migrado el año pasado, antes que muchas otras empresas, al SAP Hana. Por supuesto que también hemos estado muy atentos a nuestro entorno, hemos tenido la oportunidad de apoyar las comunidades adyacentes con miles de kits de higiene personal, de comida, asegurándonos de que tengan lo necesario para soportar la cuarentena. Te aseguro que la plana gerencial en pleno está todos los días pensando y preguntando qué más podemos hacer, en qué más podemos ayudar. Por otro lado, hemos hablado mucho de innovación y tecnología actual, pero pensando en el futuro esta crisis también nos mostró que muchos alumnos de Tecsup y UTEC no podían mantener sus pagos y peligraban sus carreras, así que hemos decidido como empresa hacer una contribución importante para que estos alumnos con problemas financieros puedan seguir estudiando. El Perú necesita de mucho capital humano especializado en ingeniería e innovación para su desarrollo, no podíamos permitir que se quiebre el proceso educativo de futuros ingenieros peruanos. El golpe ha sido fuerte para todos. La empresa, a pesar de estar en suspensión por meses, ha seguido pagando los sueldos de todos sus trabajadores a un costo altísimo para la compañía, pero el equipo de Hochschild es de primera y tenemos que protegerlo a toda costa.

Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)