
En 2021 el sector minería metálica creció 9,7% por la mayor extracción de todos los metales, en especial de cobre (6,5%), zinc (14,8%) y plata (21,5%), principalmente por el efecto estadístico de 2020, en donde las operaciones del sector se vieron restringidas y suspendidas a lo largo del año.
En el cuarto trimestre de 2021 la producción del sector —informó el BCR— se contrajo 4,2% interanual, mostrando una desaceleración principalmente «por los conflictos sociales registrados en Áncash, Ayacucho, Cusco, Apurímac, entre otros». La producción de cobre en el trimestre se redujo 3,6%, la del zinc en 17,5%, la de hierro cayó 9,4% y la de plomo se contrajo en 6,5%. Asimismo, la producción de oro estuvo afectada por el menor registro de la minería artesanal; y la producción de plata y plomo fue perjudicada por la paralización de la compañía minera Raura.

Para 2022, la producción del sector minería metálica se incrementaría 5,9% por la mayor producción de Toromocho, Mina Justa y Constancia (Pampacancha), además de la entrada en operación del proyecto de Quellaveco. «Para 2023, se espera que el sector crezca 8,4%, asociado a la mayor producción de Quellaveco», dijo el BCR.
Más de 200 conflictos sociales mensuales se reportan últimamente, según la Defensoría del Pueblo. A diferencia de los años anteriores, desde el inicio de la administración del presidente Pedro Castillo, se han sumado 37 nuevos conflictos, pero solo se han resuelto cuatro. Alrededor de la actividad minera hay 83 conflictos mineros que se reportan al mes de febrero, y las regiones más afectadas son Cusco y Áncash.
Un análisis realizado por el Banco Central de Reserva (BCR) detalla que los conflictos de la gran y mediana minería habrían impactado negativamente al PBI del sector minería metálica en 0.2%. «Ello habría tenido un impacto directo en el PBI total de -0.2 pp en el año 2021», indica la entidad en su Reporte de Inflación de marzo.
Autor: Energiminas (info@prensagrupo.com)