
Barrick Gold está cerca de un acuerdo marco final con el gobierno de Pakistán para desarrollar el depósito gigante de cobre y oro Reko Diq, cerca de las fronteras de Irán y Afganistán. Barrick y Pakistán están finalizando actualmente el acuerdo marco, dijo la compañía. “Una vez que esto se haya completado y se hayan tomado las medidas de legalización necesarias, Barrick actualizará el estudio de factibilidad original, un proceso que se espera tome dos años”, dijo en la minera en un comunicado.
Barrick señaló que esperan la primera producción de cobre y oro en 2027-2028. “Durante las negociaciones, el gobierno federal y Barrick confirmaron que Baluchistán (provincia donde se encuentra Reko Diq) y su gente deberían recibir una parte justa de los beneficios como parte del grupo propietario de Pakistán”, dijo el presidente ejecutivo Mark Bristow. Será propiedad de Barrick en un 50%, del Gobierno Provincial de Baluchistán en un 25% y de empresas estatales paquistaníes en un 25%.
El proyecto, que alberga uno de los depósitos de cobre y oro a cielo abierto sin desarrollar más grandes del mundo, ha estado suspendido desde 2011 debido a una disputa sobre la legalidad de su proceso de licencia. Barrick resolvió la disputa a largo plazo a principios de este año, llegando a un acuerdo extrajudicial preliminar que despejó el camino para un acuerdo final sobre cómo operar la mina y la participación en las ganancias.
La participación accionaria de Baluchistán será totalmente financiada por el proyecto y el gobierno federal, lo que permitirá a la provincia obtener los dividendos, regalías y otros beneficios de su propiedad del 25 % sin tener que contribuir financieramente a la construcción u operación del proyecto.

“Es igualmente importante que Baluchistán y su gente vean estos beneficios desde el primer día. Incluso antes de que comience la construcción”, dijo Bristow. El diseño conceptual exige que el proyecto de US$ 7,000 millones se construya en dos fases, cada una de las cuales podrá procesar alrededor de 40 millones de toneladas de mineral al año, que podrían duplicarse en cinco años. El último plan es duplicar la capacidad de producción anual y más del doble de la inversión estimada en un estudio de factibilidad de 2010.
Una primera fase de US$ 4,000 millones cubriría el circuito inicial de trituración, molienda y flotación. Una segunda fase de US$ 3,000 millones abarcaría un circuito paralelo que comenzaría a operar en más de cinco años después de que comience la fase uno. Durante el pico de construcción, se espera que el proyecto emplee a 7,500 personas y, una vez que esté en producción, creará 4,000 puestos de trabajo a largo plazo durante los al menos 40 años de vida útil de la mina. Algunos analistas creen que la falta de experiencia de Pakistán en minería y su inestabilidad política hacen que este sea un negocio arriesgado.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)