
De un tiempo a esta parte, ha habido cambios relevantes en Minera Auríofera Retamas (MARSA). La empresa opera la unidad subterránea conocido como El Gigante, en el territorio del distrito minero de Parcoy, en el Batolito de Pataz, en la región La Libertad. De esta mina extraen alrededor de 10 gramos de oro por tonelada métrica seca. Pero para ello deben minar muy profundo.
Según Sócrates Sifuentes Suárez, gerente de Operaciones de la compañía, unos 3,000 mineros trabajan en la unidad diariamente, repartidos en tres turnos a una operación que comienza en los 3,220 msnm y cuya profundidad hoy alcanza el kilómetro.
El Osinergmin organizó el Seminario Internacional de Ventilación.
Hace solo cuatro años, la operación era posible con solo un máximo de doce ventiladores y mucha ventilación natural. A la fecha la empresa hace uso de 100 ventiladores que trabajan en armonía. “Siete de ellos son ventiladores principales que suman unos 2,000 HP de potencia”, especifica Sifuentes, presente en el Seminario Internacional de Ventilación, organizado por el Osinergmin.
La operación de MARSA cumple con la regulación ambiental peruana para minería subterránea, mucho más estricta que en EE.UU. o Australia. Mientras que la ley nacional solo permite 25 partes por millón de monóxido de carbono en las minas bajo tierra, en Australia se toleran 35 ppm y 50 ppm en los EEUU, siempre según el experto. La minera utiliza hoy camiones de 20 toneladas y ya no de 15. “Antes trabajábamos con 28 camiones y hoy solo necesitamos 19 para mover el mismo volumen”, añade.
Una de las inversiones más recientes de la minera es el pique, en el que han inyectado US$40 millones para mejorarlo. Tiene este una profundidad de 800 metros. La inversión ha sido fructífera, dice el especialista, dado que si bien la mina sigue profundizándose, los costos de la extracción se han reducido. Y con ello también la cantidad de buses con personal que tenía que ingresar a la mina. No hace mucho eran necesarios 21 buses para trasladar el personal, ahora la mina alcanza la zona más profunda con personal en solo cinco buses. “Lo que implica dos chimeneas menos”, juzga Sócrates Sifuentes.
La industria minera fomenta prácticas y mejoras tecnológicas para que las actividades se realicen de manera segura; Perú, país donde la minería representa el 10% del PBI, no es ajeno a este proceso, y apunta hacia una industria moderna y confiable. Por este motivo el Osinergmin organizó el Seminario Internacional de Ventilación, congreso que permitió compartir las mejores experiencias y tecnologías aplicadas en la actividad minera internacionalmente.
El seminario se consolidó como un espacio oportuno para el diálogo sobre temas clave para la industria. Se abordaron, por ejemplo, los desafíos para la ventilación en minas profundas con altas temperaturas, la utilización de sistemas automatizados de monitoreo de la ventilación en mina, el uso de nuevas tecnologías en la ventilación de minas bajo el concepto de seguridad operacional y eficiencia energética, así como el diseño y optimización de los sistemas de ventilación en minería subterránea.
Osinergmin supervisa la seguridad de la infraestructura de la gran y mediana minería. En materia de ventilación, en específico, evalúa la efectividad de los sistemas operativos bajo criterios preventivos de seguridad, con la meta de tener cero accidentes asociados a la ventilación.
Autor: Jean Pierre Fernandez (jpfernandez@prensagrupo.com)